Anabel Pantoja se ha convertido en la reina del drama de Supervivientes. No lo decimos por sus llantos cuando le cae un coco en toda la pierna, eso está justificado, sino porque sentimentalmente está hecha polvo.
Si el pasado viernes lloraba ante Jorge Javier Vázquez por Omar Sánchez, a los tres días la razón de sus lágrimas era Yulen Pereira y estar apartada de él. Una muestra de lo que decía el presentador sobre su confusión emocional por las condiciones del programa.
"Horrible" separación
En pocos días ha pasado de no saber si hizo bien en romper con el canario a los meses de casarse con él, a llorar por lo lejos que está de su compañero de isla. Todo porque el jueves hubo un cambio de playas y de grupos que los mantiene alejados. Una separación que califica de "horrible".
Más allá de si existe un tonteo real o si es una carpeta que tenía estudiada desde su entrada al reality, lo cierto es que ambos se han mostrado muy unidos, aunque Pereira fue marcando distancias. "Hemos hecho muchas reflexiones juntos, nos hemos dado muchos consejos", le recuerda la diseñadora a Alejandro Nieto.
A lágrima vivva
La colaboradora de Sálvame siente que ha tenido una conexión especial con Yulen, al menos así lo expresa. "Me hace reír, no voy a dormir igual sin él, ni él sin mí", se atreve a vaticinar. Todo por una promesa: "Me hizo prometerle que no abandonaría y que resistiría. Yo quería hacerlo, pero a su lado".
Nieto ha tratado de consolar a Anabel, le recuerda que se reúnen tres veces por semana, en cada gala. "No es lo mismo", ni suficiente para ella. Quiere más, lo quiere a su lado. "¿Cómo se puede echar tanto de menos a una persona?", se pregunta a ella misma.