Alonso Caparrós y Marta Riesco se conocen desde hace tiempo. Lo ha admitido el mismo presentador en Sálvame, aunque no la deja muy bien. Mientras, algunos testigos afirman que él es “una marioneta” en manos de la periodista.

El colaborador de Telecinco presentó un programa deportivo a su lado llamado Punto pelota y durante esa época tenían muy buena relación. Tanta que según afirma una testigo al programa de sobremesa que ella alardea de que levanta de poder irse y acostarse con él cuando quiera, con sólo levantar el teléfono.

Profesionalidad y divismo

Las palabras han molestado mucho al presentador que le advierte de mostrar un mensaje que le ha mandado la reportera después de que la acusara de “grandes dosis de diva”. “Tenía mucho afán de notoriedad”, subraya tras matizar que “es una gran profesional”.

El problema es su “divismo”, señala Caparrós. “La invitaron a irse del programa porque su manera de ser le llevó a tener demasiados problemas. Se enfrentó con compañeras, con dirección, con todo el equipo… Pero tampoco veo que esta cualidad suya sea mala”, detalla.

Malas lenguas

Las palabras no sentaron muy bien a la pareja de Antonio David que le mandó un misterioso mensaje porque parece que no esas historias no eran de su agrado. Un hecho que no gusta a Alonso.

Si contara todo lo que yo sé de Marta y todo lo que me está llegando a día de hoy y que me cuenta su entorno debería apartarse un poco”, asevera. Y es que se ve que “no es la primera vez que Marta decepciona a periodistas que han trabajado con ella y que la arropan”, sentencia.

Saturada por la fama

Los comentarios sobre la profesionalidad de Marta Riesco no gustan mucho a la periodista, que desde que se conociera su relación con Antoniodá asegura que sólo quiere que se hable de su trabajo. No sucede así.

La reportera está en el ojo del huracán y empieza a estar sobrepasada por todo lo que se dice de ella. Ya ha amenazado con demandar a Anabel Pantoja, ha faltado varios días a su trabajo y la noche del miércoles acudió a una clínica de salud mental con su madre. ¿Podrá gestionar todo lo que se le viene encima?