Varry Brava se ha postulado como uno de las apuestas favoritas para representar a España en el Festival de Eurovisión. El grupo surgió en el verano de 2009 con la idea de una banda divertida, sin prejuicios, descarada y hedonista.
Un grupo de tres amigos formado por Óscar Ferrer (vocalista), Aarön Sáez (teclados) y Vicente Illescas (guitarra). Tras más de una década de trayectora y cinco discos, la banda se ha consolidado como una referente en la música indie española.
Candidatura
Raffaella es el título del tema con el que Varry Brava se presenta al Benidorm Fest, festival en el que se seleccionará al artista o grupo que represente a España en el Festival de Eurovisión 2022. Una canción llena de energía que representa la esencia del grupo, con una melodía que mezcla el pop español y el italo-disco.
El tema recuerda a la música de finales de los 70 y 80, pero con espíritu actual, haciendo un homenaje a la más grande de la canción italiana, pero también a otros referentes españoles como Manuel Alejandro, Julio Iglesias, Ramón Arcusa o Raphael. Aarön Sáez desvela todos los secretos de su candidatura eurovisiva en una entrevista con Crónica Directo.
--Pregunta: ¿Cómo están viviendo toda la acogida de ‘Raffaella’? Es una de las favoritas para ir a Eurovisión.
--Respuesta: Estamos pendientes de ver cómo va todo y cómo funciona en redes. Nos da mucha alegría vernos en las listas de favoritos de la gente, pero esto es una carrera de fondo y también tiene un poco de lotería, porque hay muchas votaciones distintas. Vota mucha gente, jurados extranjeros, jurados de RTVE, el público... Por más que nos pongan en un sitio u otro, sabemos que de aquí hasta que digan el seleccionado van a pasar muchas cosas y nos centramos en disfrutarlo y pasarlo bien.
--¿En qué punto se encuentra la banda ahora tras una década juntos?
--Creo que estamos en un muy buen momento, que hemos conseguido tener una personalidad y un espíritu que la gente reconoce y eso es complicado. Lo que damos en directo es una buena experiencia y son buenos conciertos. Después de 10 años del primer disco, vemos que no somos flores de un día y mola mucho. Con el paso del tiempo cada vez se respeta más nuestro trabajo.
-Llevan ya cinco discos que consolidan su carrera.
--También es cierto que cuando empezamos todavía se hacían discos. Ahora los artistas no hacen discos, pero nosotros todavía tenemos un poquito de esa vieja escuela y nos gusta. Cada año y medio o dos años intentamos tener un trabajo completo, con una identidad y con un sonido definido.
--¿Seguirán haciéndolo?
--Sí, es una manera de tener un discurso un poco más largo en el tiempo. Sacar singles es muy guay porque te mantiene muy vivo, pero también desaparecen muy rápido las canciones. A veces es complicado verle la personalidad a los artistas porque pasan muy rápido de un single a otro y todo es tan cambiante que no tienes tiempo de formarte una idea y una imagen de banda.
--¿Cómo surge Raffaella?
--Llevábamos ya un tiempo detrás de presentarnos para intentar llegar a Eurovisión. Era algo que siempre habíamos dicho en nuestras redes y una cosa con la que fantaseábamos. Este año vimos que estaba cambiando la forma de seleccionar las canciones, que se quería hacer algo más similar a lo que se hace en Italia con San Remo, una selección que sea una muestra de la música actual del país y donde participe todo el mundo. Nos lo creímos cuando lo contaron, fuimos optimistas y cuando salieron las bases decimos hacer una canción. No la teníamos, se empezó a hacer al día siguiente. Nos juntamos Óscar y yo, que somos los que componemos, y pensamos en una canción que nos gustaría ver en Eurovisión, que representara un poco en lo que para nosotros es el festival más clásico. Con esa idea y con ese sentimiento de Raffaella como icono, salió la canción.
--¿Por qué Raffaella?
--Nuestra gran influencia es la música la europea. Nos gusta mucho la música francesa, la italiana, y desde los 60 y 70 se creó una especie de hermandad musical en Europa, los artistas iban y venían. Los españoles iban a Francia, los italianos venían a España... Y ese caldo de cultivo de música europea que nos gusta mucho y del que nosotros también empezamos a componer, tiene su explosión máxima en Raffaella a finales de los 70 y 80 con parte de la música disco, el funky, esa explosión de color que hubo. Tengo la sensación de que hay una especie de unión pseudo mediterránea a través de esa imagen y de esa potencia que tiene Raffaella. Transmite luz, alegría, descaro... y todo eso tiene mucho que ver con nosotros como banda, con la música que nos gusta y con esa imagen europea.
--Explicaron que se les apareció la cantante en sueños. ¿Es cierto?
--Esto es real. Los tres a veces soñamos con cosas muy raras, parecidas, y se nos apareció. Además de aparecerse en el sueño, también incluso en la canción. El tema empieza con una parte un poco más setentera, como las canciones de Julio Iglesias y Raphael, y de repente aparece Raffaella y lo transforma todo en la canción. En el tema el personaje también está un poco triste, vive un desamor, y aparece Raffaella y lo convierte todo en discoteca y en color. También es un poco lo que pasó en la música. En los 70 todavía estábamos con el blanco y negro, pero aparece Raffaella y llegan las luces, los neones y los colores.
--¿Se han parado a pensar que pueden llegar a Eurovisión en Italia o están más centrados en el Benidorm Fest?
--Nosotros de verdad hicimos la canción pensando en que pudiera ganar Eurovisión. O sea, nosotros queremos ir a Eurovisión y queremos ganar. Y en nuestros sueños Raffaella nos dijo que fuéramos. Pero en lo que estamos haciendo hincapié los tres es en disfrutar cada día de esto, porque desde que apareció la canción todos los días pasan cosas buenas, se conoce a un montón de gente nueva, nos muestran mucho cariño y RTVE está haciendo un trabajo increíble. Todo lo que está viniendo es bueno, entonces queremos ganar, pero también queremos, sobre todo, centrarnos en que cada día que pase disfrutemos lo que nos está dando esto.
--¿Están preparados para dejar de lado su carrera y centrarse al 100% en el festival?
--En cierta manera está pasando un poco ya. Desde que presentamos la canción y nos dijeron que estaba entre las 14 seleccionadas está siendo un poco eso. Ahora todo el día son reuniones para la escenografía, para el vestuario, entrevistas, viajes a Madrid... Si esto es solo con el Benidorm Fest, no quiero imaginarme lo que debe ser con Eurovisión. Debe ser una auténtica locura y una dedicación absoluta. Pero también es algo que sea que se acaba y ya sigues tu vida. Estamos preparados.
--¿Qué elementos tiene para representar a España?
--Para empezar, hablando compositivamente de manera más general, tiene una luz que aparece. Empiezan más tranquila y luego de repente todo es una fiesta. Creo que tiene una primera escucha muy buena, tiene elementos en el estribillo que hacen que enseguida puedas cantarla y se te pueda quedar en la cabeza. Todo el mundo dice que es muy pegadiza. Tiene a Raffaella, que es un icono y seas de la parte de Europa que seas, sabes quién es. El sonido tiene mucho que ver con la tradición de música mediterránea y europea, y creo que a mucha gente le puede ser familiar. Tiene muchos elementos para hacer un buen papel en Eurovisión y la hemos hecho con todas esas ganas.
--De todas formas, normalmente le dan mucha importancia a su estética.
--Sí, a nosotros desde siempre la parte visual y estética del escenario nos ha parecido muy importante. Un escenario es un sitio al que hay que subirse con mucho respeto, con muchas ganas de interpretar y de hacer un buen show. Siempre nos ha parecido que es súper importante en Varry Brava y en la manera de entender la música de este proyecto. Para nosotros ahora, es darnos un homenaje. Es juntar a la gente visualmente con la que hemos trabajado siempre, como diseñadores, gente de vídeo, estilistas, y preparar un show y la locura más grande que se nos ocurra para una sola canción.
--En España se tiene un prejuicio muy grande hacia el festival. ¿Les preocupa?
--Hubo una época muy mítica en la que la noche de Eurovisión era muy familiar. Y es verdad que luego, ya en los 2000, tuvo una época un poquito menos conocida o menos aceptada porque pensaban que había menos calidad, a lo mejor, pero sobre todo eso pasaba aquí. El resto de los países siguieron mandando cosas muy interesantes y ha seguido siendo un concurso interesante para mucha gente en la tradición de Europa. Nosotros no estamos nada preocupados porque creemos que este año desde RTVE se ha intentado hacer de otra manera. La selección ha demostrado claramente que querían cosas distintas y creo que los 14 seleccionados estamos muy orgullosos de formar parte de este cambio que empieza este año y que ojalá que dure mucho.
--Tienen dos conciertos al comenzar el año con su gira ‘A bailar que son dos días’. Un título que resalta en tiempos de pandemia.
--Para nosotros estos dos conciertos serán una manera de cerrar una época que para todos ha sido muy dura, dos años de nuestro disco Hortera que no hemos podido sacar al directo como queríamos, y queríamos que fuera un poco un cierre de todo esto y un borrón y cuenta nueva. Pero de repente nos ha parecido el Benidorm Fest que lo que hace es que sean dos días también para celebrar. El 16 de enero y el 5 de febrero, en Madrid y en Barcelona, para nosotros ya no son un cierre de época, sino un principio de año y de todo lo bueno que tiene que venir. Queremos que la gente venga porque nos lo tomamos como una especie de celebración de todo lo que se viene. Lo que iba a hacer una fiesta de clausura va a ser una fiesta de apertura.
--Hicieron muchos conciertos acústicos en pandemia. Como grupo festivo, ¿fue complicado?
--Pasamos por varias épocas. Al principio lo hicimos más acústico y también era especial para la gente, porque llevamos 10 años haciendo cosas totalmente electrónicas. Luego, conforme se fueron abriendo más las cosas, fuimos metiendo nuestra parte más fiestera. Aunque suene a tópico, hemos aprendido a valorar lo que tenemos, tal vez más de lo que lo hemos hecho nunca, y a valorar cada día, cada persona que viene a vernos y cada concierto.
--Si finalmente no van a Eurovisión, ¿en qué será lo próximo que trabajarán?
--Nuestros planes los mismos vayamos o no a Eurovisión, que son retomar Dancetería --el proyecto con Miss Caffeina--, tocar en todos los festivales y salas que podamos, e igual intentamos grabar algo. Lo único que cambiaría es que, si vamos, estaremos condenados a escuchar Raffaella seis meses sin parar.