El regreso de Bigote Arrocet a España tras su ruptura hace dos con María Teresa Campos ha dejado a todos anodadados y no menos su entrada en Secret Story. Desde el primer día ha dado lo que se esperaba de él, hablar de su expareja. A la hora de repasar su vida en la casa no ha sido menos.
El cómico ha tenido que dibujar la línea de su vida en la que destacar los momentos álgidos de su vida. Sin duda no ha defraudado y ha dejado con la boca abierta.
Infancia
Ya en su preadolescencia, cuando sus padres se mudaron a Chile desde su Argentina natal, vio como sus padres se divorciaron y para no decidir con quién de los dos se iba, prefirió no pocisionarse para no hacerle daño ninguno de los dos. Su decisión llegó a tal extremo que tuvo que vivir en la calle viviendo de trabajos de todo tipo.
Su aventura no queda allí, su talento ya lo sacó en los festivales escolares hasta el punto de participar en concursos internacionales. A los 15 años gana el festival Viña del Mar y gracias a Carmen Sevilla aterriza en España. El proyecto se cae y empieza su carrera en el país. No han dejado explicarle mucho más. El tema era Teresa.
Sin WhatsApp, sin infidelidades
Se conocieron en una entrevista como homenaje a Mayra Gómez Kemp. Allí él le contó a la presentadora cómo fue la muerte de su esposa. A la Campos se le llenaron los ojos de lágrimas. Y a partir de allí vio algo en ella. La relación progresó, con sus manos y sus menos. Él a la tercera discusión, decidió irse confiesa.
Desmiento rotundamente que fuera por WhatsApp, sino que ya advirtió a la periodista antes. Niega que fuera como comenta ella. "Hay que ser un canalla para hacerlo. Eso no lo haría nunca", sentencia. Asevera que él ha "sido muy feliz con ella. Es más lista y simpática que yo". Y que además nunca le fue infiel.
Previsiones
Arrocet ha desmentido en repetidas ocasiones que él dejara a la reina de las mañanas vía WhatsApp. Un hecho que ha indignado sobremanera a las hijas de ella: Terelu y Carmen Borrego. Pero lo único que le ha sentado mal a la primera es que no haya contado momentos más personales vividos.
Más allá del interés mediático, la confesión no tiene el carácter de denuncia pública de la pasada concursante que tuvo que repasar su vida. Sofía Cristo confesaba hace una semana que había sido víctima de abuso sexual cuando tenía cinco años.