La primera emisión de Viva el verano, el programa que arrebataba la noche de los viernes al Deluxe iba a traer cola. El espacio presentado por Toñi Moreno se estrenaba con una entrevista en directo a José Ortega Cano. La expectación era máxima: el torero se sentaba por primera vez en un plató de televisión tras la polémica docuserie que protagoniza la hija de su difunta esposa, Rocío Jurado.
Bajo la atenta mirada de Ana María Aldón, su segunda mujer, el diestro se pronunciaba sobre todos sus asuntos más polémicos y de su historia de amor con La más grande. Unas palabras que terminarían haciendo más daño del que parecía a la modista.
Entre lágrimas
La colaboradora de Viva la vida se ha roto esta tarde como nunca antes en Telecinco. La gaditana no ha podido evitar las lágrimas al expresar cómo se sintió durante la entrevista a su marido."'¿Qué hago yo aquí si este hombre sigue enamorado de su mujer aunque ella no esté?', pensé".
En este sentido, la diseñadora de moda reconoce que en algunos momentos se siente vulnerable al ver lo mucho que su marido sigue amando a Rocío Jurado: "Cuando yo entro cada día en mi habitación mi marido está escuchando las canciones de ella. Ellos tuvieron un amor tan bonito, tan maravilloso, tan idílico", ha continuado.
Defiende su lugar
Así las cosas, la andaluza ha admitido que desde el inicio de su relación supo dónde se metía: "Cuando yo llegué a esa casa había un cuadro enorme de Rocío y ahí sigue, yo no soy quién para quitarlo ni lo voy a hacer nunca". Con todo, Ana María le ha asegurado a Toñi que sí se siente querida por su marido. En este sentido, añade que de no sentirse así, no estaría con él.
Además, ha recalcado que ella "jamás" se ha comparado con Rocío Jurado y que se siente muy orgullosa de sus orígenes: "Yo soy la misma y quiero ser la misma persona que soy la de antes o la de ahora: la que vendía frutas, melones, aceite y pan o la que diseña".