La exmujer de Josep María Mainat, Ángela Dobrowolski, permanece encerrada en la cárcel desde que el pasado 4 de enero intentara asaltar, por segunda vez, una de las casas del productor de televisión. En esta ocasión, la mansión en la que ambos vivían en Barcelona.
Mientras espera al juicio, la alemana se encuentra completamente sola: no tiene dinero, no tiene ropa y tampoco tiene la posibilidad de adquirir nada. Sin embargo, tal y como ha declarado en las primeras palabras que pronuncia desde su ingreso, está tranquila gracias a que ha hecho una nueva amiga en prisión: Rosa Peral, la condenada a 25 años de cárcel por el crimen de la Guardia Urbana.
Ángela rompe su silencio
Ángela Dobrowolski ha roto su silencio al confesar cómo se encuentra y cómo afronta su estancia en la cárcel en El programa de Ana Rosa. Lo ha hecho vía telefónica con el periodista Miquel Valls, con quien se ha mostrado de lo más tranquila pese a su triste realidad y el negro futuro que se le presenta.
Y es que la alemana tiene pendientes los juicios por el presunto intento de homicidio de su entonces marido, el productor de televisión Josep María Mainat, otro por quebrantar la orden de alejamiento y un tercero por intentar asaltar el domicilio de su expareja en dos ocasiones.
"He cometido una idiotez"
Ángela Dobrowolski ha contado que se encuentra "bien", y asegura que el cambio no le ha costado mucho pese a que "los primeros días en la cárcel fueron traumáticos". "Soy de Berlín, me he criado en las calles. Siempre he sido una persona humilde, pero con la educación por encima de todo", ha asegurado la alemana.
Sin embargo, sí se ha mostrado arrepentida de sus actos: "He cometido una idiotez imperdonable, y ahora se ha acabado todo. He perdido a mis hijos durante dos años". En este sentido, la alemana ha confesado que "sí esperaba" que Mainat pidiese prisión para ella, pero admite que es algo que "no voy a asimilar nunca".
Nadie ha ido a visitarla
Para excusar su intento de asalto, Dobrowolski ha contado que lo hizo porque "mi hija y yo tenemos un vínculo especial. Especial es decir poco. Ella me pidió desde hace tiempo, en nuestro código, que fuese a verla, que me dejaba la ventana abierta. Y yo, como una idiota, fui a ver a mi hija y abrazarla por la noche... me creí más lista", se ha lamentado.
La situación de la alemana es dramática. Sola y sin dinero --excepto por su nueva amistad con Rosa Peral--, no ha recibido ninguna visita en el último mes y no tiene ni ropa ni tampoco posibilidad de adquirirla. Pero ha hecho gala de su fuerza, y ha desvelado que ha puesto en marcha dos proyectos: "Una fundación en contra de la separación de madres encarceladas de sus hijos y la otra "Sanidad para todos, justicia para todos".