Fue a mediados de junio cuando saltó la noticia de la que todo el mundo lleva hablando desde hace varios meses. Nos referimos a la ruptura entre Enrique Ponce y Paloma Cuevas, y el romance que el torero empezó con la joven de Almería, Ana Soria, quien acaba de cumplir 23 años.
Una historia a tres bandas que no ha parado de ocupar titulares y que recientemente ha dado un inesperado giro que ha dejado a más de uno con la boca abierta. Y es que Paloma Cuevas y Enrique Ponce, a pocos días de firmar su divorcio definitivo, han cenado juntos en Madrid en la más estricta intimidad. ¿Cómo te quedas? ¿Reconciliación a la vista?
La cena de Paloma Cuevas y Enrique Ponce
Tal y como ha asegurado la periodista de El Programa de Ana Rosa, Paloma García-Pelayo, el torero de Valencia y la empresaria de Córdoba se vieron el pasado viernes 11 de septiembre para cenar en Madrid. Una información bomba que la periodista de Telecinco asegura que le llega "de primera mano". Concretamente, la velada se celebró en motivo del cumpleaños de Paloma Cuevas para festejar su 48 cumpleaños.
Una celebración muy íntima, que se celebró en casa de unos amigos de ella y a la que acudieron muy pocas personas de su círculo más íntimo, entre ellos Enrique Ponce quien hizo acto de presencia sin la joven Ana Soria. "Fue una cena muy tranquila", ha apuntado García-Pelayo. Un hecho con el que se demuestra que la que fuera pareja mantiene una relación más que cordial, pese a lo que ha ocurrido entre ellos. Eso sí, por el momento no existe ninguna fotografía de Paloma y Enrique cenando juntos. ¿Saldrán a luz?
El último gesto del torero con Ana Soria
La noticia de la cena del diestro y la de Córdoba se conoce justo el mismo día en el que se ha hecho viral el último acto de Ponce, en relación a su joven novia de Almería. El caso es que el matador, el domingo 13 de septiembre, volvió a ponerse delante de los toros en una corrida que tuvo lugar en Baza, Granada. Una regreso a los ruedos en el que Enrique tuvo un bonito detalle con la joven estudiante de Derecho.
El torero, en uno de los momentos que se encontraba frente al animal, dibujó la letra A con su espada en la arena de la plaza. Un hecho que no pasó desapercibido para nadie y con el que demuestra que su relación con Ana Soria avanza a las mil maravillas. Aunque esta no es la primera vez que Ponce se acuerda de su rubia favorita en los ruedos. A principios de agosto, cuando retomó su agenda laboral tras la crisis del coronavirus, hizo exactamente lo mismo en la plaza de toros de Osuna, en Sevilla.