La tierna conversación entre Papá Noel y una niña con discapacidad auditiva
Santa Claus recibía a los niños de un centro comercial para atender a sus peticiones navideñas, pero nadie esperaba un momento tan mágico
23 diciembre, 2020 12:26La Navidad es una época de momentos mágicos, aunque este año parece que sea casi imposible imaginarlos. Pero a veces, encuentras cosas que proporcionan esperanza. Eso mismo ha sucedido en las redes sociales con un vídeo que se ha compartido rápidamente por su ternura.
El momento lo grabó la madre de la pequeña protagonista, una niña que visiblemente feliz se sienta en las rodillas de Papá Noel en un centro comercial. Cuando Santa Claus le pregunta lo de cada año, el ya conocido "qué quieres para Navidad", la mujer le dice que su hija "no puede hablar muy bien" porque sufre una discapacidad auditiva. ¿Cómo actuó el hombre del traje rojo?
El Papá Noel ideal, existe
En las películas americanas, donde es habitual ver este tipo de escenarios, siempre pintan a Papá Noel como un hombre desquiciado y no el más indicado para ejercer esta labor. Una persona que trabaja por un mísero salario para salir de sus deudas... o un caso completamente contrario en el que un bondadoso hombre busca el regalo para sus queridos hijos y comparte su amor con los demás.
Este quizá es el que más se acerca a nuestro tierno y valiente Santa Claus. Una vez enterado de por qué la niña no le hacía mucho caso, ni corto ni perezoso, le da dos toques en la espalda y se pone a hablar con ella. Todo el mundo imagina que tratará de hacer gestos, como mucho. Pero no, no es un Papá Noel cualquiera...
La Navidad y sus momentos mágicos
Nuestro querido Santa se arranca a hablarle a la niña en lenguaje de signos, lo que alegra mucho a la pequeña. Su felicidad es plena mientras gesticula con él, lo mismo que imaginamos que sienten los padres. Y es que justo en ese momento, los padres se quedan en absoluto silencio.
La conversación entre Papá Noel y una niña con discapacidad auditiva / TWITTER
Lo único que le sale a la madre es un simple "oh, Dios mío" que resume perfectamente la magia de ese momento. Sin duda alguna, hay gente que parece estar nacida para un trabajo... y nadie le cambiaría el suyo a Papá Noel. Momentos como este, le dan siempre la razón.