Por qué se nos hincha la tripa y cómo bajarla

La sensación de hinchazón estomacal es, quizá, de las más molestas que se pueden sufrir. Una incomodidad que cada vez se sufre más veces y de manera más común. Además, pueden ser más frecuentes si se padece algún trastorno digestivo, si se hacen cambios bruscos en la alimentación, si se tienen malos hábitos alimenticios o se sufre obesidad, o incluso por causas emocionales. Pero, ¿sabemos qué es ese aire?

El gas procede tanto del aire que ingerimos al tragar, de forma inconsciente, como el que generan las bacterias del intestino. Además de las mencionadas anteriormente, otras causas que lo pueden generar pueden ser desde padecer estreñimiento a un virus o bacteria estomacal, si bien lo más frecuente es que una persona se sienta más hinchada porque la calidad de su dieta no sea buena. Aunque también influyen aspectos como el estrés o la falta de descanso.

Una mujer siente su barriga hinchada / CG

Alimentos que los incrementan

Aunque es cierto que el dependerá sobre cada persona, las crucíferas --coliflor, brócoli, coles de Bruselas-- tienden a hinchar más. Igual que las legumbres, que también propician la aparición de gases. Para reducir esos gases es mejor que las cocinemos con verduras y sin piel. Otros alimentos que propician la aparición de gases son los fritos, los rebozados, los guisos cocinados con mucha grasa y las comidas copiosas, además de la bollería, las bebidas con gas, el alcohol, el café, el té, los chicles y los edulcorantes.

El consumo de productos ultraprocesados, cargados de azúcar, harinas refinadas y grasas de mala calidad no ayudan al proceso de la digestión. Si a eso sumamos la cantidad de refrescos que se consumen a diario esto explica por qué la hinchazón es la gran protagonista. También las acelgas, el ajo, las alcachofas, la cebolla, los espárragos, las espinacas, la lechuga, el pepino, el puerro o los rábanos pueden ser especialmente flatulentos. 

Coles de Bruselas dentro de un plato hondo / CG

Cómo disminuirlos

Puede parecer una tontería, pero comer rápido hace que tomemos una mayor cantidad de aire con la comida y ese aire puede quedar atrapado en el estómago o en el intestino, provocando síntomas muy desagradables. Si la base de la alimentación no es la adecuada, debemos empezar por hacer cambios graduales para mejorarla. Esta introducción debe ser lenta, ya que un incremento excesivo que no sea paulatino empeorará la situación.

Ciertas hierbas como el anís, el cilantro, el perejil, la hierbabuena y la menta aportan ese efecto carminativo buscado. Así, usarlas al cocinar --o tras las comidas-- puede ayudar a controlar la acumulación de gases.