Iglesia de la Natividad de Durro

Iglesia de la Natividad de Durro WIKIPEDIA

Curiosidades

Así es la pequeña aldea catalana que cuela entre las más bonitas de Cataluña: 80 habitantes y mucho encanto

Dos monumentos de este pequeño pueblo son considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco

8 febrero, 2024 10:48

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¿Te has preguntado alguna vez dónde encontrar un refugio de paz y belleza en medio del ajetreo de la vida cotidiana? Pues bien, déjanos presentarte a Durro, una joya escondida en el Valle de la Noguera de Tor, Cataluña, que ha sido reconocida en la famosa lista de Los pueblos más bonitos de España.

Con solo 80 almas que llaman hogar a este tranquilo rincón, Durro se eleva majestuosamente a 1.395 metros sobre el nivel del mar, ofreciendo a sus visitantes un escape de ensueño de la vida urbana. Pero no te dejes engañar por su tamaño modesto, porque este pequeño pueblo está repleto de maravillas que te dejarán sin aliento.

Un viaje al pasado medieval

Imagina callejuelas empedradas que serpentean entre casas de piedra, tejados de pizarra que se recortan contra el cielo azul y una atmósfera impregnada de historia y encanto. Así es Durro, un lugar donde el tiempo parece detenerse y donde cada rincón cuenta una historia de siglos pasados.

El corazón de Durro late al ritmo de dos monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad: la imponente iglesia de la Natividad y la misteriosa ermita de Sant Quirc. La iglesia, con su torre campanario de cinco pisos y sus arcos lombardos, es un tributo a la arquitectura románica que data de siglos atrás. Mientras tanto, la ermita, ubicada a 1500 metros sobre el nivel del mar, guarda tesoros barrocos y leyendas ancestrales que hablan de tiempos de sequía y devoción.

Explorando la naturaleza virgen

Pero la magia de Durro no se limita a sus muros de piedra y sus antiguas iglesias. Los alrededores del pueblo ofrecen un paraíso para los amantes de la naturaleza, con rutas senderistas que serpentean a través de bosques encantados y valles pintorescos. La Ruta de la Fauna, con sus 7,5 kilómetros de extensión, es una invitación a adentrarse en la naturaleza virgen y descubrir la belleza oculta de la región.

Y si tienes la suerte de visitar Durro en junio, prepárate para presenciar una de las tradiciones más singulares de la región: la Bajada de las fallas. Esta festividad, reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, es una celebración del fuego y la comunidad que marca el inicio del verano. Con pinos cortados y hogueras que iluminan el cielo nocturno, esta fiesta es una experiencia inolvidable que te sumergirá en la rica cultura de Durro.

Cómo llegar 

Así que la próxima vez que anheles un escape de la rutina, piensa en Durro. Este pequeño pueblo con un gran corazón te espera con los brazos abiertos, listo para cautivarte con su belleza intemporal y su espíritu acogedor.

Y si quieres llegar a la ermita de Sant Quirc tendrás que coger el coche y adentrarte por la montaña. El viaje es largo, está a 3 horas y 40 minutos de Barcelona por la A-2, aunque luego uno debe desviarse por la N-230 hacia la Vall de Boí.