Este es el proyecto de Manresa para destruir todo rastro de Pont Aeri

Los más jóvenes igual no saben de qué hablamos, pero en su día si había una discoteca icónica en Cataluña era Pont Aeri. El mítico Flying Free, tantas veces versionado, salió de allí. Y ahora, esto es todo lo que queda de ella. El ayuntamiento de Manresa ha acabado con cualquier rastro del mítico club.

Los vecinos de Can Poc Oli han empezado a ver como las excavadoras acababan con lo poco que quedaba de aquella especie de nave industrial que tantas buenas noches hizo pasar a tantos. Los camiones no dejan de llevarse los restos de lo que algún día fue.

Edificio olvidado 

Lo cierto es que de todo aquello sólo quedaba el recuerdo. Poco más. El edificio estaba completamente en ruinas. Ni la colocación de varios bloques de hormigón para blindar la entrada principal lograron disuadir a vándalos, curiosos y grafiteros de acercarse allí para diversos cometidos.

La que un día fue la discoteca de culto de la música mákina y una parada obligatoria de la Ruta del Bakalao, se había convertido en un lugar de reunión de jóvenes, que encontraron en esta finca aislada el lugar perfecto para celebrar sus fiestas clandestinas, y de gamberros, que han abierto huecos en la fachada y han plasmado sus firmas en las entrañas de la sala.

Proyecto verde 

Desde hace años el ayuntamiento quería hacer algo con esa gran extensión de terreno que se puede ver desde la C-55. Ahora, con la ayuda de los fondos europeos Next Generation han activado su plan.

Tal y como estaba previsto, Manresa quiere que donde antes hubo fiesta ahora nazca el verde, tal y como está previsto en el Pla Estratègic del Cardener. Para ello cuenta con la ayuda de la Escola Agraria, desde allí ya se han puesto en marcha varios estudios para saber cómo se puede renaturalizar la zona.

Pont Aeri, en el recuerdo 

El objetivo final, así, es triple. Por un lado, recuperar zonas verdes y favorecer la vida natural que antes había a las afueras de Manresa. Por otro, la investigación, saber no sólo cómo llevar a cabo este proyecto y que la biodiversidad aparezca, sino los efectos que tienen este tipo de construcciones en la tierra. Pero si de algo quiere servir esta demolición de la historia es para educar a las nuevas generaciones para conocer más de cómo renaturalizar el territorio.

El proyecto se ha puesto ya en marcha y, a pesar de acabar con un legado histórico de la vida nocturna de Manresa y de toda Cataluña, no ha molestado a nadie. Más allá de los intentos de recuperar la esencia de la discoteca, Pont Aeri es ya un recuerdo. Un muy buen recuerdo que muchos llevan consigo.