El pueblo abandondado de Girona sólo apto para valientes: un fantasma, una leyenda y un pozo
Cada edificación de este municipio guarda narrativas olvidadas, instando a descubrir los enigmas de un pasado abandonado
15 febrero, 2024 11:33Noticias relacionadas
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Nos encanta descubrir pueblos abandonados y lugares que guardan historias silenciosas entre sus ruinas. Explorar estos vestigios del pasado nos transporta a épocas olvidadas, donde en las calles, ahora desiertas, resonaron la vida cotidiana de comunidades que dejaron su huella en el tiempo. Cada edificación en ruinas cuenta una historia y sus paredes desgastadas y su calles empedradas nos hablan de un pasado que, aunque abandonado, sigue siendo palpable en cada rincón. Estas expediciones nos permiten ser testigos de la naturaleza reclamando, lentamente, su espacio y transformándolo en un testimonio de la inevitable decadencia del tiempo.
Guardianes del silencio
En anteriores ocasiones hemos descubierto otros pueblos abandonados y ahora te desvelamos uno que se encuentra en el término municipal de Olivella, dentro del Parque Natural del Garraf. Se llama Jafra o Jafre: es una aldea situada en una colina en Girona, que está abandonada desde mediados del siglo XX.
Tiene a su lado izquierdo el río Ter, que limita al norte con el municipio de Garrigoles, al este con Verges, al sur con el río Foixà y al oeste con Colomers.
Leyendas fantasmales
Una de las leyendas, de este municipio, es la del fantasma de Melinda: una niña que desapareció hace un siglo en las inmediaciones del jardín de la masía en la que vivía y que se habría caído por el pozo.
La familia de Melinda, de origen austriaco y con mucho dinero, se mudó antes de que ella naciera a una masía abandonada en Jafra. La familia, de tres niños, era algo estricta, por lo que los hijos no podían salir del sendero que rodeaba la masía y no se permitía la entrada a visitantes. El motivo de ello es que los niños tenían una enfermedad en la piel y al parecer los padres no querían que nadie los viera.
Con el nacimiento de Melinda, y la muerte de su madre durante el parto, comenzaron a suceder extraños acontecimientos. Los hijos fueron muriendo uno a uno, todos menos Melinda. Se rumoreaba que el padre había envenado a los niños con sopa de rana.
Éste al quedarse solo con Melinda, empezó a comportarse de manera extraña por lo que los jardineros y ayudantes de limpieza abandonaron su trabajo.
Una noche de octubre, el padre persiguió a Melinda por todo el jardín y debido a la oscuridad de la noche, la niña tropezó y cayó dentro del pozo. Nunca más se supo nada de Melinda, ni de su padre.
Cuenta la leyenda, que el fantasma de Melinda se dedica ahora a ayudar a los visitantes que se pierden en las inmediaciones de la masía o incluso cerca del cementerio, dándoles señales para que retomen el camino y escapen de su malvado padre.
Misterios ocultos
Tan solo quedaron varias masías aisladas después de la Guerra Civil y, hoy en día, se pueden ver las casas del barón de Jafra, de varios masoveros e incluso la capilla de Santa Maria de Jafre.
Está abandonado, ¡sí! Pero podrás recorrer el centro de Jafre para ver la iglesia de San Martín, construida aprovechando los muros del antiguo castillo, y de las casas de Can Ric y Can Pou, edificadas en los siglos XVII y XVIII.
Tiene una extensión de 6,7 km2, el núcleo urbano está emplazado sobre una cresta y se extiende hasta la carretera GI-634 ocupando una secuencia de pequeñas terrazas. El paisaje mantiene un cierto equilibrio entre las tierras de cultivo que se extienden hacia el Ter y hacia las zonas boscosas pobladas de pinos, encinas y robles. Sin embargo, en los lugares cercanos al río como la Isla de Amunt y la Isla de Avall abundan los árboles de ribera.