Sí es una playa urbana, pero su tremenda extensión, la composición de arena y roca y sus aguas limpias ha cautivado a catalanes y foráneos. Ostentar el título de la playa más larga de 

A tan sólo 30 kilómetros de Barcelona, la playa de L’Astillero es de tan fácil acceso que sorprende. Se llega directamente en tren. Si se toma la línea R1 de Cercanías, uno se planta en 45 minutos en Vilassar de Mar desde la capital catalana.

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Esta enorme cala no puede estar más equipada. Chiringuitos, pistas de vóley y otro tipo de deportes de playa, aseos, duchas y hasta vigilancia policial la hacen perfecta para no salir de allí en todo el día, si no se quiere.

Sus 950 metros, y los 23m de ancho la hacen ideal para que tampoco acabe repleta de gente, aunque en temporada de verano la situación se complica. Sus aguas transparentes, su arena gruesa y sus rocas a traen a los visitantes como moscas.

Qué hacer 

Ante semejante tamaño de la cala, el ayuntamiento de la localidad ha puesto servicio de socorristas, para la seguridad de los bañantes. Tiene todas las garantías, menos la de la bandera azul, al tratarse de una cala urbana con mucha afluencia. Sus aguas sí son de un azul intenso.

Por último, si uno se quiere apartar un momento de la playa, puede adentrarse en el pueblo y descubrir su amplia oferta gastronómica, visitar la Torre de Can Nadal o incluso pasarlo bien en el parque acuático Isla Fantasía.

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