El titular no engaña a nadie. Es el momento de hablar de la cala más larga que hay en Tarragona. Sí, la capital de provincia, no de otro municipio. Una playa mítica que tanto sirve para hacer ejercicio como para tomar el sol todo el día y refrescarse.
El ayuntamiento de esta capital catalana no pudo ser más acertado cuando bautizó este trozo de su literal, la playa Larga. Porque lo es. Y mucho, son tres kilómetros de largo que está a tan sólo cuatro kilómetros del centro.
Cómo llegar
Si uno llega del norte por la N-340 es la playa que le da la bienvenida a Tarragona, si se viene del sur es la de la despedida. Y a lo largo de ella hay de todo: un camping, un resort, un puerto de barcas tradicionales, chiringuitos, duchas.
A la playa Larga no le falta de nada. Arena fina y dorada y aguas transparentes, en un entorno completamente familiar. Relajarse allí es fácil. Con semejante extensión, cuesta verla completamente llena.
Qué hacer
Quien se acerque aquí puede disfrutar de todo tipo de actividades. Hay una escuela de vela, donde además se pueden concertar excursiones o alquilar playas. Quienes prefieran ir por su cuenta, pueden descubrir las dunas y marismas que se conservan o hacer snorkel y submarinismo en sus aguas.
Ya los aventureros, si sienten que caminar sus tres kilómetros de extensión no son suficientes, pueden tomar el camí de ronda y descubrir otras playas fascinantes. Al norte, la de Tamarit, al sur la Waikiki o Cala Fonda, un espacio naturista que encandila a sus visitantes.
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