Un secreto de la Costa Brava: el pueblo marinero de aguas cristalinas y templos antiguos

¿Qué tiene que ver la cultura grecorromana con Elon Musk? La respuesta está en Cataluña. Concretamente, en un pueblo de la Costa Brava que enamora a quien lo pisa.

Se trata de Sant Martí d’Empuries, un lugar que atrajo a centenares de comerciantes de todas las culturas mediterráneas antiguas y al hermano del propietario de Twitter. Sí, Kimbal Musk escogió este emplazamiento para casarse con la heredera millonaria Christiana Wyly, hija del empresario Sam Wyly.

Historia antigua 

En cualquier caso, a todos ellos se les debe reconocer que supieron escoger con gusto. Vistas al Mediterráneo, emplazamiento clave para el tráfico comercial, playas y aguas cristalinas. Una combinación perfecta que muchos visitantes todavía disfrutan a día de hoy.

Desde que en el año 575 a.C., se asentaran allí los griegos, este enclave vio como fenicios, púnicos y foceos masaliotas acudían allí a la ciudad y la hicieron grande. Esta Paleópolis (ciudad vieja) fue a más cuando los romanos invadieron la zona.

Paseo medieval 

De toda esa época se conservan las estructuras de las villas, domus y templos dedicados a los dioses. Aún quedan esculturas y espectaculares mosaicos que decoraban los suelos de las casas.

A eso se le suma que, ya en el siglo IX, se construyó el poblado medieval del que todavía se conserva el trazado de sus calles, la iglesia, la muralla, la plaza mayor y los restos del castillo, entre otras muchas cosas que harán las delicias del que se acerque.

Playas 

Pasear por sus calles es caminar por la Historia de Cataluña. Pero para aquellos que no sean tan curiosos en la historia, Sant Martí d’Empúries cuenta con unas playas de infarto.

Pese a que la bahía d’Empúries no hace más de un kilómetro, sólo hace falta superar unas pequeñas rocas para seguir durante kilómetros y kilómetros. Un paseo en el que se pueden disfrutar de grandes arenales, dunas y un baño tranquilo.

Cómo llegar 

Incluso en la playa uno se topa con la Historia. El muelle griego, fechado en el siglo I a.C. es otro de los espacios más espectaculares del lugar.

Llegar allí, no es muy difícil. Los que quieran acercarse a este precioso pueblo sólo han de coger la autopista AP-7, tomar la salida de L’Escala y seguir por la GI-623 hacia Empúries. No hay camino más directo hacia la Historia de la costa catalana.