Las preguntas ilegales que no pueden hacerte en una entrevista de trabajo (y cómo escapar de ellas)

Enfrentarse a una entrevista de trabajo no es fácil. Los nervios para ser elegido, por qué se va a encontrar uno están siempre a flor de piel y todavía van a más cuando el encargado de recursos humanos de turno empieza con preguntas que pueden ser no sólo complicadas sino ilegales.

La ley es muy clara en estos casos, ningún reclutador puede hacerte preguntas que se inmiscuyan en tu vida personal. El artículo 14 de la Constitución no puede ser más claro: "Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".

Las preguntas prohibidas

Este es un indicador clave para tener en cuenta que nadie puede preguntar al candidato sobre su orientación sexual, género, creencia e incluso enfermedad.

De esto modo y para resumir. Hay un mínimo de diez preguntas que estás en tu derecho a no responder. Son aquellas que no tienen nada que ver con tus aptitudes y habilidades para el puesto ofertado.

• ¿De dónde vienes, cuál es tu país de origen?
• ¿Crees en alguna religión?
• ¿Cuántos años tienes?
• ¿Cuál es tu orientación sexual?
• ¿Cuál es tu orientación política?
• ¿Cuál es tu raza o etnia?
• ¿Estás casado?
• ¿Tienes hijos o planeas formas una familia pronto?
• ¿Tienes algún tipo de discapacidad física o mental?
• ¿Cuánto mides o pesas?

Estrategias para preguntar

Los expertos alertan que, sabedores de que no pueden ser tan directos, los entrevistadores en ocasiones utilizan algunas argucias para saber algo más de la vida del candidato.

Son aquellas en que tratan de sacar esos datos a través de informaciones dadas. Si se habla de vacaciones en familia, aprovechan para preguntar si tiene hijos; si habla de hobbies, saber si se hace deporte o son capaces de hablar de algún tema político y/o de actualidad para lanzar un “¿qué te pareció?”.

Cómo responder 

El tema está muchas veces en qué hacer frente a estas preguntas. En primer lugar, uno debe tener claro si el puesto de trabajo es el deseado cuando se preguntan cosas tan íntimas. Poco después, tratar de descifrar si la pregunta es fruto de la curiosidad del reclutador o directamente es ilegal.

Los expertos tienen claro que la mejor opción de todas es no responder. O directamente decirlo de manera correcta o bien hacer ver que has escuchado otra cosa. Si preguntan por hijos, pensar que hablan de los de algún famoso y bromear al respecto. Así uno puede saber si el entrevistador quiere de verdad indagar demasiado en la vida privada.

Respuesta perfecta 

Optar por esta reacción más sosegada siempre puede ser un punto a favor del candidato que demuestra tener talante y saber escapar con educación de una situación incómoda. También uno puede irse por las ramas y contar anécdotas respecto a hijos o lo que sea que se haya preguntado en la que se destaquen habilidades propias. Llevarlo a un terreno profesional y que te beneficie.

Para lograrlo, son varios profesionales de los recursos humanos los que apuestan por el entreno ante estas situaciones. En todo caso, lo importante es no responder a estas preguntas que no pueden hacerte y saber cómo salirte con la tuya.