El reparto de las vacaciones cuando los padres están separados: cómo evitar conflictos

Cada año se producen en España 86.851 divorcios. En el 45,2% de los casos -según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2021-, hay hijos menores de edad de por medio. Una de las grandes fuentes de conflicto tras la separación o el divorcio suele ser el reparto de las vacaciones con hijos menores. A poco más de un mes de las vacaciones escolares, muchos padres se encuentran planificando el tiempo estival que pasarán con sus hijos. Algunos de ellos se dan de bruces con problemas que no se resolvieron de forma correcta en el Convenio regulador, el documento que recoge los acuerdos alcanzados en la separación y que regulará las relaciones futuras entre la expareja y sus hijos.

El convenio regulador: “un traje a medida”

Para Delia Rodríguez, abogada y CEO de Vestalia Abogados de Familia, lo ideal es tramitar el divorcio o las medidas paternofiliales por la vía del mutuo acuerdo, algo que permitirá confeccionar un Convenio regulador que se adapte a las necesidades y particularidades de cada familia, “como si se tratase de un traje a medida”. De este modo, el régimen de vacaciones, indica, se podrá establecer en función de las circunstancias familiares.

El régimen vacacional se suele dividir en periodos alternos a disfrutar por ambos progenitores, con independencia del modelo de guarda y custodia establecido. En este sentido, explica Rodríguez, se dividen las vacaciones por quincenas o por mitad, en régimen de alternancia. En caso de falta de acuerdo entre las dos partes, se acostumbra a establecer que cada año le corresponda a uno de los dos progenitores escoger el periodo.

Medidas de obligado cumplimiento

Las medidas paternofiliales establecidas en Sentencia, bien a través de un procedimiento de mutuo acuerdo o bien contencioso, son de obligado cumplimiento para las partes, pudiendo acudir a un procedimiento de ejecución forzosa en caso de incumplimiento de lo estipulado. Eso no quita, señala la CEO de Vestalia, que ambos progenitores puedan alcanzar acuerdos que les convengan en cuestiones del día a día u organizativos, como por ejemplo intercambiarse los periodos vacacionales que les corresponden con sus hijos, no concordando con lo establecido en la resolución.

Un padre divorciado con su hijo / PIXABAY

Las consecuencias de incumplir las medidas paternofiliales acordadas

Que una de las partes no entregue a los menores en la fecha establecida, insisten desde Vestalia, “supondría un incumplimiento de las medidas paternofiliales” que podría derivar en un procedimiento de ejecución forzosa por el que se requeriría a la otra parte para su cumplimiento, pudiendo acordarse multas coercitivas en caso de tratarse de incumplimientos reiterados y graves”.

La abogada Delia Rodríguez advierte de que la acumulación de incumplimientos podría dar lugar a un cambio en las medidas paternofiliales, como por ejemplo cambios en la custodia, además de ser constitutivo de un delito de desobediencia a la autoridad.

Obligaciones de los progenitores

En cuanto a las obligaciones que debe cumplir el progenitor con el que se encuentren los menores, en caso de que los desplazamientos se produzcan dentro del país será suficiente con que el progenitor informe al otro y comunique la dirección exacta donde los niños pasarán ese período.

Si hablamos de viajes fuera de España, se dará exactamente la misma circunstancia, aunque, dependiendo del convenio regulador firmado, “podría exigirse la autorización de ambos progenitores para realizar el viaje”, sostiene Rodríguez. En caso de no ponerse de acuerdo, será necesaria una autorización judicial. Para lograrla, “será necesario interponer un procedimiento de jurisdicción voluntaria, en el que también cabe solicitar la potestad para pedir, en su caso, la expedición del pasaporte o DNI de los menores”, concluye Rodríguez.