La UNESCO comenzó a entregar el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el año 2008 y desde entonces ha reconocido el valor de multitud de creaciones, basadas en la tradición de una comunidad cultural concreta. Dentro de este grupo se encuentran obras de todos los ámbitos, como la música, la literatura, el deporte, la mitología y, por supuesto, la gastronomía. Dentro de este conjunto de conocimientos, cada rincón del planeta ha desarrollado su propia cultura culinaria, propietaria de una riqueza y un sentido totalmente personal, que la UNESCO ha sabido valorar desde hace años.

Este título no se concede únicamente por el plato o el alimento en sí, en esta decisión también influyen otros aspectos de suma importancia, como la historia o los antecedentes que hay detrás de la receta original, los ingredientes que participan o la manera de elaborarlo. Sin olvidar su maravilloso sabor y su impacto en la sociedad. De esta forma, dicho organismo intenta que los afortunados jamás caigan en el olvido. ¿Cuáles pertenecen a esta lista?

Kimchi 

Es una de las preparaciones culinarias más conocidas de Corea, de hecho comienza a hacerse un hueco en Occidente. Existen diferentes variedades, dependiendo de sí se elabora en Corea del Sur o del Norte. Pero en cualquier caso, las dos son consideradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

La receta es muy sencilla. En ambos casos se trata de una base de verduras cocidas, en la que el auténtico protagonista es el repollo o la col china. El rábano, el pepino, el pimiento o la cebolla son otros de los vegetales que participan en el proceso, a los que también se le añade pescado fermentado. Su olor es intenso y su sabor muy picante. Además, la tradición marca que su cocinado debe realizarse en comunidad y durante los meses de verano. 

Galletas de jengibre 

Las clásicas galletas de jengibre son otro de los productos galardonados con este título. A pesar de la creencia popular, son originarias de Croacia, aunque actualmente se han extendido por todo el mundo y están vinculadas estrechamente con una de las festividades más importantes del año: Navidad.

La tradición de su elaboración se remonta hasta la Edad Media, motivo por el que muchos artesanos se dedican única y exclusivamente a su cocinado. Además, estos dulces tan característicos destacan entre la multitud por su decoración, abierta a todo tipo de formas y colores. Un aspecto determinante para que hayan sido nombradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. 

Galleta de jengibre / PIETRO DE GRANDI EN UNSPLASH

Cocina francesa 

En este caso, la UNESCO no alaba un alimento o una receta en particular, sino todos aquellos elementos que han hecho de la cocina francesa una de las más exquisitas y sofisticadas del mundo. Además, según este organismo, dicha gastronomía implica la confraternización de los comensales, un valor añadido que motiva este reconocimiento.

La french cuisine se caracteriza por el empleo de ingredientes y materias primas de calidad, así como por su diversidad, fiel reflejo de la pluralidad de la que también disfruta este país. Los vinos, los embutidos, las aceitunas, las hierbas aromáticas o el foie gras son algunos de los productos más representativos de esta cocina, convertidos en auténticos manjares sobre sus fogones.

Dieta mediterránea 

Como no podía ser de otro modo, la dieta mediterránea también pertenece a este exclusivo grupo. Incluye todos aquellos elementos culinarios procedentes de Europa Occidental, como Portugal, Croacia, Italia, Grecia y, por supuesto, España. Al igual que la cocina francesa, la UNESCO reconoció el sentimiento de comunidad que implica este modo de alimentación, además de los ingredientes frescos, naturales y saludables que forman parte de él.

Avalada por multitud de expertos y estudios científicos, la dieta mediterránea es la mejor para combatir las enfermedades cardiovasculares, prevenir la diabetes y proteger el organismo de algunos tipos de cáncer. Todo ello gracias a los productos que la definen, como el aceite de oliva, el pescado azul, los cereales, las frutas y verduras o la carne procedente de aves de corral.

Pizza napolitana

Y, por último, en esta lista no podía faltar uno de los platos más típicos de la cocina italiana: la pizza napolitana. La historia que rodea su nombramiento como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad es de lo más curiosa. Durante un tiempo, los vecinos de Nápoles decidieron recoger firmas para que su receta estrella fuera valorada por los miembros de la UNESCO. Un objetivo que consiguieron con creces.

Además, la receta original es muy sencilla. Consiste en una base de pan a la que se le añade salsa de tomate, ajo, orégano y aceite de oliva. Muchos años después de su invención, alguien decidió innovar añadiendo a la lista de ingredientes queso mozzarella y albahaca, dando lugar a la pizza margarita que hoy en día se puede disfrutar en cualquier restaurante italiano de España.