Eduardo Manchón (Mailtrack): "En España las rondas más grandes son cacahuetes"
El fundador de Panoramio cuenta los entresijos de las compras de startups por parte de las 'big tech'
27 diciembre, 2020 00:00Eduardo Manchón lleva a cuestas una historia de éxito. Aunque él diría que todo se trató de suerte. Cuando en 2005 este alicantino fundó Panoramio, una startup de fotografías geolocalizadas, no se imaginaba que la herramienta despertaría el interés de Google. Y que el gigante informático llegarái a pagar seis millones de euros por ella. Con esa experiencia a cuestas, Manchón --que ahora dirige Mailtrack, un servicio de seguimiento de correos para Gmail-- desvela los secretos para captar la atención de las big tech, encajar una oferta millonaria y, de paso, crear una tecnología disruptiva que cambie la sociedad. Casi nada.
--Pregunta: ¿Las startups se venden o se compran?
--Respuesta: Se compran. De hecho, querer vender tu empresa no es la mejor opción. Al estar en un ecosistema tecnológico, las empresas se compran por su capacidad de escalar. Es lo que le ha pasado a Freepik. Lo normal es que si una empresa va bien no te quieras deshacer de ella. Aunque si te compensa a nivel estratégico y ofreces un precio correcto, puede darse el caso. Pero la clave es la escalabilidad.
--¿Es inevitable que cuando una startup española alcanza un nivel crítico sea adquirida por Google o Apple? ¿O puede mantenerse de forma autónoma?
--Depende tanto de la estructura accionarial de la empresa como de la situación económica de sus fundadores. Si cuentas con inversores, estos querrán en algún momento hacer un exit. Si te haces grande y quieres mantener el control puedes salir a bolsa, para que sin venderla tengas acceso a liquidez. O bien vender las acciones en el mercado secundario, es decir, cambiar unos socios por otros. En España no se espera que las compañías tecnológicas salgan a bolsa, por lo que es relativamente fácil que opten por una venta. Aquí las rondas son pequeñas. A partir de cierto nivel compites internacionalmente, porque en nuestro país las rondas más grandes oscilan entre 15 y 20 millones. Eso son cacahuetes.
--¿Hay un problema entonces con el acceso a la financiación?
--No del todo. Es verdad que los fondos españoles han multiplicado su capacidad por diez en pocos años, pasando de diez millones a cien millones. La clave son las políticas involucradas que aseguran que el 50% del dinero es europeo. Con fondos de cien millones ya se está a otro nivel. Pero recuerda que, en su momento, cada ronda de Facebook era de cien millones. Al final se trata de un tema de madurez del mercado. Es esa falta de madurez la que nos limita. Si fuéramos maduros, hablaríamos de otro país.
--¿Las grandes tecnológicas buscan equipos o proyectos?
--Depende del caso. En Panoramio compraron al equipo aunque en realidad les interesaba nuestra comunidad de usuarios. Los equipos de Google jamás han sabido generar una comunidad donde la gente contribuyese. Con Google+ ya les pasó. Cuando una empresa es pequeña, se suele comprar al equipo. Pero cuando son grandes, es una combinación de ambos factores. Lo que está claro es que no te compran por tu facturación, sino por otras razones. No es por hacer dinero porque una gran tecnológica siempre facturará más. La mayoría de compras son estratégicas.
--Por lo que llevamos hablado, un emprendedor debe asumir que su proyecto tarde o temprano se lo tendrá que vender.
--Una de dos: o te quedas muy feliz en tu nicho o llegará un momento en que si te haces grande salta la liebre. También corres el riesgo de que te copien. Es muy difícil competir con cierta gente si no tienes mucho dinero. Otro ejemplo es Slack, que ha sido adquirido por Salesforce. Ni siquiera con mil millones de inversión han podido ir solos.
--¿Y eso sienta mal? ¿Cómo lo encajásteis en Panoramio?
--Business is business. Hay algo sentimental en vender tu empresa, pero es lo normal. Es como aquel padre que le da lástima alejarse de su hijo porque se va a la universidad. Pero cuando un proyecto adquiere cierto tamaño es inevitable que vendas. ¿Te puedes enrocar? Sí, pero eso te llevará a ser una compañía de nicho o a cerrar. El mundo tecnológico te da la posibilidad de escalar y tener impacto. Si creas una herramienta potente, lo que querrás es que la use cuanta más gente mejor.
--¿Y cómo empiezan los contactos con una gran tecnológica? Un día recibes una llamada, un correo...
--Te contactan ellos, porque tampoco saben mucho de ti y quieren conocerte. Más allá de lo que puedan inferir del mercado no tienen mucho conocimiento. Siempre nos agarramos a cifras, pero esas valoraciones son o subjetivas o inventadas. Y te contacta alguien que realiza las compras de Google, por ejemplo, un tipo que se pasa la vida comprando empresas y que quiere quedarse con la tuya. En Panoramio se encontraron a tres chavales que ni siquiera tenían una SL. En ese caso, se dice que se compra al kilo de fundador: cuánto cuesta que cada uno de ellos arreglen su vida en función de sus ambiciones. Normalmente se paga entre uno y cinco millones por fundador. Cada vez está todo más caro. Cuando se compró Youtube por mil millones nos pareció mucho, pero ahora ya no nos parece tanto. El valor es complejo de definir.
--También te he oído criticar la cultura del esfuerzo. Comentas a menudo que la perseverancia no es tan importante en tener éxito como la suerte.
--Hay una cultura imperante de que si te esfuerzas, lo consigues. Es una especie de justificación psicológica que mueve a las personas. Pero en muchos campos, por más que te esfuerces, rindes lo que rindes. Si tienes los amigos adecuados o has elegido bien tu carrera, es más probable que tus esfuerzos den resultado. La gente cree que porque ha picado piedra con suficiente ahínco puede conseguir algo.
--¿Pero no crees que el sector tecnológico es más dinámico o anárquico que la medicina o la justicia? Para montar un bufete pueden pesar los apellidos, pero para programar creo que es menos importante cómo sea tu familia o tu entorno.
--No lo creo. Piensa en el mundo de las apps para móvil. Cuando surgieron era un mercado facilón, donde cualquier podía sacar una aplicación para leer la Biblia y se forraba. Te cuento mi caso: yo antes de Panoramio trabajé con Ubaldo Huerta, el fundador de Loquo, que luego se vendió la empresa a eBay. Gracias a Ubaldo descubrí ese mundo y me puse a crear una startup con un amigo de la infancia que era un genio y encajaba perfectamente en el proyecto. Nadie más me hubiera servido. En ese momento, Google lanzó la API de Google Maps y nosotros aprovechamos el momento. He visto a personas claramente ineptas participar de una ola que arrastra a todo el mundo y tener éxito. Esas olas son totalmente aleatorias y no dependen de ti. Y lo contrario: con los bots hubo un tiempo en que pareció que llegaba una ola que finalmente no cuajó. Pues he conocido a gente con la misma capacidad que yo o incluso más que escogieron un ámbito erróneo.
--¿Qué haces ahora en Mailtrack?
--Ofrecemos un servicio para Gmail que informa al usuario de qué pasa cuando se manda un correo: quién lo ha abierto, cuántas veces, quién ha pinchado en los enlaces... sistemas como WhatsApp se han comido el terreno de la mensajería porque se ha quedado algo desfasada. Aportamos el doblecheck como una extensión de Gmail.
--Apostáis por una utilidad muy concreta. ¿Esa es la clave? ¿Apostar por funcionalidades específicas en vez de intentar crear la alternativa de Spotify o Facebook?
--Siempre que haces software empiezas por algo muy pequeño. Es inevitable. Sacar un nuevo Spotify significarían cientos de millones de euros. Facebook y Google no son clonables... ¿cuánto costaría desarrollarlos? Siempre es más sano hacer algo minimalista e ir creciendo. Además, todo se va a migrar al software, lo que pasa es que en el mercado español hay una mentalidad de MBA [Administración y Dirección de Empresas, en inglés] que en vez de buscar cambios de verdad se conforman con digitalizar...
--Te refieres a tu idea de que faltan frikis en el sector tecnológico nacional.
--Sí, porque digitalizar el negocio de los hoteles, por ejemplo, es trivial. Esos negocios no son exportables. Si logran impactar en el mercado español es porque está menos desarrollado. En el mercado americano eso ya está desarrollado y la capacidad de triunfo es más reducida. Volviendo a lo que hablábamos antes, estas empresa sí que se venden, no se compran. Es la diferencia entre un enfoque viejo y otro nuevo, aunque es verdad que hay mucho por digitalizar y alguien tiene que hacerlo.
--¿Qué opinas del poder que han alcanzado corporaciones como Amazon o Apple? ¿Crees que se terminarán troceando estos casi monopolios?
--Por un lado, cuando los clientes usan algo es que están satisfechos. Pero si alguien poderoso se aprovecha de su posición para arrasar la competencia, hay que limitarlo. Las empresas cuando toman cierto tamaño van a utilizar información o prácticas monopolísticas, porque se convierten en monstruos. Sobre todo si se permite la escalabilidad suprema. Pero ni Facebook es lo peor ni es una maravilla. Algo bueno tendrá aunque eso no lo excusa para utilizar esas prácticas.
--¿Y crees que hay posibilidad de competir contra esos gigantes, de que algún día podría aparecer un Facebook alternativo?
--Windows 95 no tenía alternativas hace veinticinco años. Y ahora no existe. La tecnología siempre cambia. A día de hoy, es cierto que es muy difícil que surjan alternativas, máxime por todas las sinergias que han creado estas grandes empresas. Pero fíjate en Amazon: durante años han perdido dinero con la tienda para crecer, pero a la vez han dinamizado el mercado, desde los ereaders a la paquetería, y han vuelto más eficientes al resto de empresas que ofrecen casi el mismo servicio. ¿Justifica eso que puedan abusar de su posición de monopolio? Creo que no y que lo terminará pasando es que la Administración las troceará.
--¿Qué consejo le darías a un emprendedor de veintitantos que está a punto de meterse en este mundo?
--Le diría que la tecnología siempre consiste en inventar algo. El dinero solo viene si haces algo que valga la pena. Que piense en divertirse y el dinero vendrá solo. Que jueguen. Cuando empiezas algo debe gustarte y pasártelo. Todo lo demás vendrá después.