En las grandes ferias tecnológicas, los fabricantes de teléfonos presumen de sus últimas innovaciones que, en la actualidad, llegan en forma de pantallas flexibles y modelos 5G, aunque esta red todavía no esté al alcance del común de los mortales. Las marcas tienden a crear nuevos terminales a un ritmo frenético. Algunas son capaces de lanzar dos flagships o dispositivos insignia en un año con tecnología punta y precios que, en algunos casos, superan los 1.000 euros.
Sin embargo, en ese mundo de teléfonos plegables, cinco cámaras traseras, velocidades de conexión nunca antes vistas, diseños minimalistas y baterías a prueba de usos intensivos, los móviles sencillos, bautizados como feature phones, mantienen el tipo.
Una demanda real
Algunas marcas, como Alcatel --propiedad de TCL--, y operadoras móviles, como Vodafone, apuestan por este tipo de teléfonos porque no sólo su demanda existe, sino que, además, sobrevive dignamente. En el caso de Vodafone, por ejemplo, la compañía confiesa a Crónica Global que, de los 20 teléfonos más vendidos por la operadora, dos modelos son feature phones. “Vemos una demanda aún en el mercado que hay que cubrir”, añaden fuentes próximas a la firma. Asimismo, la operadora intenta contar con un catálogo bastante amplio de teléfonos básicos o sencillos. Para ello, ha incorporado nuevas marcas como Adoc, que conviven y compiten con otras más conocidas como Nokia o Alcatel.
Mientras, los dueños de Alcatel apuntan a que los feature phones representan “alrededor del 25% del mercado de teléfonos a nivel mundial”, un porcentaje que resulta un tanto sorprendente.
Precios muy ajustados
Una de las principales razones por la que este tipo de móviles subsiste es su precio. Se trata de modelos que suelen oscilar entre los 15 euros y los 65 euros. Por ejemplo, el Alcatel 2088 se encuentra en el rango más alto, pero ofrece servicios como velocidades 4G LTE, apps del tipo WhatsApp y Facebook preinstaladas e incluso el Asistente de Google.
En lado más low cost estarían los modelos Riff3 Plus y Lubi5 Plus de Wiko que cuestan, como mucho, unos 20 euros, pero que suponen el 13% de las unidades vendidas por la compañía en España. Se trata de una parte del negocio que “está funcionando y estamos obteniendo buenos resultados”, detallan fuentes de la firma. Orange, por su parte, también apuesta por los móviles sencillos. Ofrece, sobre todo, modelos Alcatel y SPC con precios más económicos similares a los de Wiko.
Para quiénes son
Por lo general, el público que más demanda feature phones son las personas de mayor edad y los usuarios que no son nativos digitales, es decir, para los que la tecnología no es una prioridad en su vida. Sin embargo, algunos puede que sí quieran tener WhatsApp para seguir conectados con los miembros más jóvenes de su familia. “El target principal de este tipo de teléfonos son personas que no están habituadas al uso más complejo de un smartphone, como pueden ser personas mayores o profesionales que necesitan estar accesibles y poder recibir varias llamadas durante su jornada laboral”, explica Wiko. La compañía incluso apunta a una “creciente corriente” como otro de los motivos que empujan a algunos usuarios a decantarse por estos modelos. “Estamos asistiendo a la corriente slow, es decir, gente que prefiere llevar un ritmo de vida más tranquilo y desconectarse, en el sentido más literal de la palabra”, añade.
Además, tal y como recuerda Cat Phones, las personas que buscan dispositivos sencillos y económicos también quieren móviles resistentes y fiables. Y no hay necesidad de renunciar a ello. “Nuestros feature phones son resistentes al polvo y la suciedad y pueden sumergirse en el agua --tienen certificación IP68--. Resisten a caídas repetidas y desde 1,8 metros sobre hormigón”. Pero, para obtener tanto, en estos casos toca aumentar un poco el presupuesto. Así, el feature phone Cat B35 cuesta algo más de 100 euros, aunque tampoco es una cifra desproporcionada o que vaya a asustar a algún usuario.