El actor Roger Coma Barcelona
Roger Coma, un "ebanista del cuerpo" frente al amor nostálgico de Jordi Casanovas
El actor protagoniza 'Göteborg', una historia de reencuentros en unos tiempos donde impera lo virtual
También te puede interesar: Nacho Fresneda, sobre la política: "Cuando el lugar de la palabra lo ocupa el insulto, en la calle se genera violencia"
Noticias relacionadas
- Duelo de titanes en los Gaudí: 'Romeria' y 'Sirat' se baten en los premios del cine catalán
- Judith Colell, sobre la inmigración: "Tenemos que ser más solidarios y entender que estas personas no son ninguna amenaza"
- El Mago Pop: el "niño raro" de Badía del Vallès que enamora a las estrellas de Hollywood
En una época donde impera lo virtual, hablar de la importancia del trabajo del cuerpo puede sonar pasado de moda o nostálgico. ¿Pero quién no lo es? ¿Quién no extraña un abrazo bien dado? ¿La infancia o la juventud?
¿Quién no ha pensado alguna vez en reencontrarse con un amor de juventud? ¿Qué hubiera pasado si aquella historia hubiera llegado a buen puerto? ¿Y qué ocurriría si ese encuentro se produjera ya en la vida adulta? ¿Se removerían los sentimientos?
Son muchas preguntas a las que responden Roger Coma en una entrevista con Crónica Global y Jordi Casanovas en Göteborg, su texto número 50 para el teatro.
El montaje se estrena en La Villarroel de Barcelona, donde cerrará 2025 y dará la bienvenida a 2026, con una sesión especial programada para la noche de Fin de año.
Roger Coma Barcelona
El reparto lo integran el propio Coma, Jan Mediavilla, Berta Rabascall y Maria Molins, que regresa a los escenarios siete años después. Ellos cuatro interpretan a Paula y Sergi en distintos momentos de sus vidas, desde la juventud hasta la madurez. Cuatro cuerpos, dos personajes y muchos sentimientos.
La acción arranca cuando ella aparece de forma repentina en casa de él. Han pasado 32 años desde la última vez que se vieron. “Él no entiende qué hace ella allí, si le va a robar, a pedir algo o a decirle que tienen un hijo en común. No sabemos qué pasa y, poco a poco, aparecen ciertas cuestiones”, que se van descubriendo, confiesa Coma.
Entre el amor, la comedia y el thriller
Las emociones que pasan por los cuerpos de los intérpretes y el cuerpo que le pone el personaje de Paula a este encuentro desestabilizan. De allí que, aunque todo pudiese remitir a una comedia romántica, Göteborg flirtee con el thriller.
“Tiene comedia, pero accidental”, matiza el actor. “La situación o la incapacidad de los personajes para enfrentarse a sí mismos es lo que hace reír, pero también hay unos elementos narrativos que van avanzando y descubriendo esas cosas que lleva cada uno en su mochila y por qué se llega con esa prisa”.
Roger Coma y Maria Molins FOCUS
Precisamente esa “mochila” emocional es uno de los ejes del personaje de Sergi. Coma lo detalla en una entrevista con Crónica Global: “Él ha tenido una experiencia que no ha acabado bien, como todas las relaciones que se acaban y no acaban bien. Pero él lo ha vivido de una manera muy traumática, porque es una persona muy vulnerable, muy sensible”.
Sergi es un personaje marcado por la racionalidad extrema. “Él no puede ver la parte violenta de la vida, necesita algo muy cuidadoso”. Hasta el punto de considerar el amor como una patología.
Entrevista a Roger Coma Barcelona
El actor trata de comprender y defender a su personaje. Sergi, explica, “intenta buscar la base científica del amor, ver qué alteraciones químicas u hormonales lo producen y cómo puede ser un desorden”. Desde su punto de vista, “el amor tiene más capacidad de hacerte vulnerable que de mejorarte la vida”.
“Por eso ha decidido ofrecerse una vida tranquila, donde el amor y la posibilidad de enamorarse son lo contrario de este paradigma que él se ha imaginado en su mente”. Todo ocurre, según Coma, en el interior del personaje, que “impugna el deseo”. “Esa es su pesada mochila, que está a punto de cargarse la situación que está viviendo”.
Entrevista a Roger Coma Barcelona
La irrupción de Paula rompe ese equilibrio calculado. “Él ha construido una armadura muy gruesa e intenta tener una aproximación hipercalculada a cualquier gesto”. Para Coma, esta actitud es casi lo contrario del amor: “El amor lo que requiere es la entrega absoluta y el desorden máximo”.
El conflicto también se puede leer desde una perspectiva generacional. En la rueda de prensa de la presentación de la obra, el actor apuntaba a las carencias emocionales de la generación X.
Educación generacional
“Somos herederos de una generación construida desde lo muscular, desde una masculinidad muy clara y muy rígida y, luego, ante esta comprensión contemporánea del amor, ante la deconstrucción contemporánea de la masculinidad, todos hemos tenido que ir haciendo nuestro camino de construcción personal”.
Sergi, en ese sentido, representa un recorrido incompleto. “Mi personaje lo ha hecho de una manera muy precaria. Comparte una pareja muy estable, fija, pero sin mucho compromiso de entrega, de sinceridad y de honestidad, y ahora se encuentra con que ha de dar el paso”.
Entrevista a Roger Coma Barcelona
Ese paso no es sencillo. “Deconstruirse o desaprender no es fácil, da miedo al riesgo”. Y menos cuando reaparece un amor del pasado. “Él, que también tiene a aquel adolescente intranquilo dentro de sí, como todos, debe calmarlo cuando regresa esa chica a la que amó”.
Conviven entonces dos pulsiones: “ese adolescente interior que sigue allí, sufriendo su adolescencia” y el adulto que no quiere poner en peligro la estabilidad alcanzada “por la propuesta deshonesta que recibe”.
El actor Roger Coma Barcelona
Esa propuesta es la que Paula le plantea al llamar a su puerta: dar rienda suelta a lo que fueron y quizá siguen siendo. “Para Sergi, aquella relación de los 18 años fue traumática y ha construido una personalidad; ha tenido unas consecuencias a las que ahora pasa factura, ya que ha generado una deuda”.
Ambos personajes se protegen. “Ninguno quiere mostrarse vulnerable”. De ahí el componente de suspense del montaje. No hay elementos sobrenaturales: lo extraordinario es el reencuentro y la intensidad emocional que genera.
Entrevista a Roger Coma Barcelona
Paula quiere abrir esa puerta; Sergi, cerrarla. “Ella viene con un diario como prueba irrefutable, pero para él el diario es un invento literario que está lejos de la realidad, porque habla de algo que queda lejos, y los recuerdos se readaptan en el presente; es algo parcial”.
“La tesis de Sergi es que todo recuerdo es una falacia”. La obra deja la pregunta abierta: ¿es así o es solo miedo? El espectador encuentra la respuesta en la sala, confrontado con una situación reconocible: ¿qué pasaría si uno se encontrara con una expareja 32 años después?
Roger Coma Barcelona
No es una hipótesis tan lejana. Con la llegada de Facebook, muchas personas buscaron a antiguos compañeros de colegio o universidad para saber qué había sido de ellos. Un ejercicio de nostalgia y misterio que atraviesa también Göteborg. El propio Coma reconoce que la obra le “atraviesa en canal”.
“Yo soy una persona muy literaria; pienso que la literatura es siempre una reconstrucción del pasado y siempre piensas eso de cómo habrían sido las cosas si se hubieran tomado decisiones diferentes. En ese sentido, soy una persona muy nostálgica”.
Nostalgia e hiperactividad
La pregunta es obligatoria: ¿Nostálgico de qué? “De un tiempo sin redes, de un tiempo en el que la naturaleza tenía una razón de ser, de menos inmediatez, de menos estímulos, que son ideas muy tópicas pero muy esenciales”, responde Coma.
El actor considera que las redes han transformado profundamente los vínculos. No solo el amor, sino “todas las relaciones con nosotros mismos, con los otros, con la propia vida”. “Ahora hay un nivel de autohiperestimulación frenética”.
Entrevista a Roger Coma Barcelona
Paradójicamente, lo afirma alguien con una actividad profesional intensa. Solo en La Villarroel ha representado tres obras en un año, a lo que se suma su participación en la serie diaria Com si fos ahir (TV3) y otros proyectos. Para hiperactividad, la suya.
Coma matiza que se trata de una hiperactividad alejada de lo virtual. “Este trabajo es muy analógico, te obliga a estar en lo que estás haciendo y es muy manual”. De ahí una de sus comparaciones más personales: “Para mí, el actor es como un ebanista, un ebanista del cuerpo”.
Roger Coma Barcelona
“Has de estar con el otro, en el espacio, captar la textura sentimental de todo”. “Trabajas el cuerpo de una manera precisa, lo modulas: es tu herramienta y tu material de trabajo”. La interpretación tiene, admite, algo de catarsis compartida. “Tiene algo de terapia, pero terapia de barra de bar”. “Las emociones son nuestro lenguaje y no son inventadas, son personales", asevera.
"Con este trabajo revives y trabajas nostálgicamente toda tu biografía, la explicas y traes cosas para poner en escena ciertas emociones”, concluye. Emociones que atraviesan el cuerpo de los actores y de los espectadores que vayan a ver Göteborg, una obra que pasea también por la memoria, el amor y la nostalgia de lo que pudo ser.
