Una de las sesiones del curso en el Estudio de Doblaje del Campus de Los Jerónimos

Una de las sesiones del curso en el Estudio de Doblaje del Campus de Los Jerónimos EUROPA PRESS

Creación

La industria del doblaje y las distribuidoras acercan posturas para la regulación de la inteligencia artificial

Después de que, el pasado enero, los profesionales de la voz se plantasen ante la IA con amenazas de dejar de trabajar, las conversaciones se encaminan hacia una solución

20 abril, 2024 00:00

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El pulso de la industria del doblaje a las distribuidoras cinematográficas para la regulación de la inteligencia artificial (IA) en el sector da sus primeros frutos. Después de que los actores y actrices de voz se plantasen el pasado enero contra el uso inadecuado de la IA en su profesión, con amenazas incluso de dejar proyectos a medias, las partes están acercando posturas, aunque queda camino por recorrer.

A principios de este 2024, los actores y actrices de doblaje de España se unieron para defender sus derechos profesionales y exigir una cláusula anti-IA en sus contratos, un apartado en el que se estipula que sus voces no se cederán libre ni gratuitamente para entrenar o alimentar a una inteligencia artificial. Es decir, que la industria se comprometa a que su labio se emplee en exclusiva para los proyectos contratados y previstos, nada más.

En todo el mundo

La cláusula anti-IA, de hecho, la redactó la Plataforma de Asociaciones y Sindicatos de Artistas de Voz de España (Pasave) unos meses antes, en mayo del 2023, pero, ante la vaga respuesta de las distribuidoras, actores y actrices se unieron para forzar la implementación de esta disposición en sus acuerdos laborales.

En este contexto nació también United Voice Artists (UVA), donde están representados Pasave y el sindicato DUB, y que persigue los mismos objetivos: poner un muro frente al mal uso de la IA. La revolución ha comenzado en distintos países.

“Desde las asociaciones y sindicatos de voz estamos luchando para que nuestras voces no puedan utilizarse para entrenar ni alimentar una IA”, expuso entonces la actriz y miembro de DUB Sara Gómez, quien añadió en declaraciones a este medio que, “si esa tecnología no se regula, no solo será una amenaza para el doblaje, sino para cualquier profesión”: “Si cedo mi voz es para ese producto, serie o película y, si no, tendrás que especificarlo”.

“Muestras de entendimiento”

En aquel momento, el sector del doblaje entendió que plantarse era la única manera de forzar el diálogo con el objetivo de regular el creciente y amenazante uso de la IA. Y, de hecho, pronto se produjo el primer encuentro. Un encuentro que sigue vivo, pues “hay muestras de entendimiento”, según expresan fuentes conocedoras. Cabe señalar que nadie se opone a la inteligencia artificial como “herramienta” de trabajo, pero sí como sustituto.

En este sentido, y más en concreto, en España se está desarrollando una mesa de trabajo para tratar este asunto en la que participan las distribuidoras, los estudios y las asociaciones sindicales. Y los profesionales de la voz de México, unos de los últimos en rebelarse contra la IA, dicen estar muy pendientes de los acuerdos a los que se llegue en el marco de estas conversaciones, a la espera de acogerse a ellos en cuanto se produzcan.