El periodista José Antonio Sorolla

El periodista José Antonio Sorolla CRÓNICA GLOBAL

Creación

José Antonio Sorolla, solvencia y prudencia

El periodista fallecido fue uno de los pilares de ‘El Periódico de Catalunya’, un modelo de diario que revolucionó los estándares mediáticos de la Transición

16 abril, 2024 00:00

Noticias relacionadas

Uno de los fenómenos periodísticos más importantes de la historia de la España de la segunda mitad del siglo pasado fue el rotundo éxito de El Periódico de Catalunya, un diario que nació en plena Transición de la mano de un empresario joven y amante del riesgo que antes había triunfado con el fenómeno de Interviú.

José Antonio Sorolla (La Fresneda, 1950) formó parte del equipo fundador de aquel diario que venía a incorporar los elementos propios de los medios populares europeos, con grandes titulares y fotografías enormes, capaces de conseguir que la lectura de los periódicos resultara atractiva para todas las clases sociales, no solo para las más instruidas.

Una noticia atractiva

Además de la capacidad de sintetizar en pocas palabras la idea fuerza de la información, el desafío de aquel proyecto consistía en mantener el rigor informativo a toda costa. Si alguien leía solo el título, debía bastarle para hacerse una idea redonda de la noticia; si bajaba a los subtítulos, ya tenía el 80%; y si repasaba el lead casi no necesitaba llegar hasta el final de aquellos textos breves y concisos: mucho antes de la era de internet.

El desafío consistía en hacer tan ágil la lectura de aquellas piezas que el propio lector no avisado considerara que las noticias se elaboraran con la misma facilidad con que se leían. Como ocurre en la televisión, que un reportaje de 60 segundos no siempre permite hacerse una idea del tiempo y el trabajo del equipo de personas que lo han elaborado. Era un riesgo, desde luego, porque alguien podía confundirse y no valorar su gran aportación -muy valiente- al periodismo nacional.

El anclaje de la calidad

Desde el primer momento, Sorolla estuvo al frente del equipo encargado de mantener ese rigor. A pesar de que el resto de diarios incorporaron paulatinamente las grandes fotos, el color, los titulares más elaborados y sintéticos, el protagonismo de la información deportiva, las páginas televisivas y los ecos de sociedad –eso que luego se llamó prensa del corazón-, sin la aportación de los puristas que él dirigía, El Periódico podría haber quedado en un medio popular, sin más.

Sin despegar el ojo de esas labores, luego pasó a ser el director adjunto de Antonio Franco durante 18 años. En medio de ese carrerón profesional participó en la fundación de la edición catalana de El País, con Franco de director. Y fue corresponsal del diario en París, como lo sería después del propio El Periódico.

Ponderación y seriedad

Los lectores de Crónica Global han podido leer sus columnas durante los últimos ocho años, unas piezas de opinión pulcras elaboradas siempre al estilo clásico del editorialismo: exposición de hechos, análisis y conclusión; sin una palabra más alta que la otra, de forma ponderada. Siempre fue un hombre prudente y solvente.

Es del género tonto decir que alguien muere antes de hora porque ese momento no existe hasta que llega, o sea que es imposible señalar su oportunidad: siempre se presenta de forma inesperada porque la propia naturaleza no es más que eso, principio y fin.

El adiós a José Antonio Sorolla evoca esa sensación porque, aun sabiendo que estaba enfermo, su vida profesional no se había interrumpido. Pero sí, se va pronto, como lo hizo Antonio Franco, con su misma edad; como José Luis Martínez Ibáñez, jefe de información de El Periódico durante decenios y compañero de ambos en varias aventuras periodísticas, que falleció a los 58. Y como aquel empresario audaz, el creador del Grupo Zeta, Antonio Asensio Pizarro, que lo hizo a los 53. Se han ido antes de hora.