“La escritura me ayudó a salir de la depresión”
Afectada por fibromialgia y lupus, Ángela Landete escribe novelas con mensaje positivo para ayudarse a ella misma y a los demás
13 abril, 2024 23:38Noticias relacionadas
Ángela Landete (Barcelona, 1971) no era una de esas niñas que al llegar a casa se ponían a inventar historias y soñaban con escribir libros, pero sí recuerda ser una voraz lectora. “Por algo estudié Filología Inglesa”, se ríe. Sin embargo, cuando años más tarde leyó por casualidad una entrevista en la prensa a una autora emergente que acababa de publicar su primer libro, se preguntó a sí misma: “¿Y por qué no puedo hacerlo yo?”.
“La verdad es que ya tenía una idea en la cabeza”, explica Landete una soleada mañana de abril en una terraza de El Masnou, donde vive desde hace más de 20 años con su marido y sus tres hijos. Esa idea tenía mucho que ver con su situación personal en ese momento: dos años atrás había sido diagnosticada de fibromialgia, fatiga crónica y lupus eritematoso sistémico, una enfermedad inmunológica que la sometía a largos periodos de descanso y la obligaba a abandonar su puesto de trabajo como profesora de inglés en una academia local, llevándola a sufrir una depresión “brutal”. “La escritura me ayudó a salir de ella”, constata la autora, que aprovecha las tardes y las noches, cuando se queda sin energía, para escribir.
Entre la ficción y la autoayuda
Su primera novela, autopublicada bajo el título El viaje de Haidi (Autografía, 2020), describe la evolución psicológica de Haidi Grams, una joven que, tras ser diagnosticada con una enfermedad pulmonar grave, deberá recorrer el largo camino que se extiende desde la autocompasión hasta la aceptación de su circunstancia. “En el libro aparece mi propia voz dando consejos a Haidi, la ayudo a crecer emocionalmente, igual que ella me ayudó a crecer a mí”, explica Landete, admitiendo que aún hoy, cuando se siente frustrada o triste, acude a su propio libro en busca de ayuda. “Si estoy dando lecciones de resiliencia, no me puedo dejar caer”, dice.
Sus novelas, explica, son una mezcla de ficción y libro de autoayuda, y nacen con la intención de ayudar a otras personas. En La niña más bonita de Alella (Autografía, 2022), por ejemplo, habla de la importancia de la comunicación durante la adolescencia –entre padres e hijos, entre profesores y alumnos– a través del caso de dos niñas de 13 años que se están planteando suicidarse.
El suicidio de un alumno
“Los adolescentes se cierran emocionalmente, dejan de compartir. Lo que yo pretendo con esta historia es que se fijen bien en su entorno y se pregunten: ‘¿De verdad no hay ningún adulto –un padre, un tío, una prima, un profesor…– con quien conectes y te quieras abrir?’”, comenta. Para escribir esta novela se inspiró en un caso real, el suicidio de unos de sus alumnos, de 17 años, cuando era profesora en la academia de inglés. “La clase empezaba a las cuatro de la tarde y el chico se había tirado a las vías a las 15.15. Tuve que dar una clase a sus compañeros, que acababan de saber la noticia y estaban traumatizados”, recuerda.
Unos días antes de quitarse la vida, el chico le había dicho que tenía intención de sacarse el First Certificate. “Ese chico tenía planes de futuro. ¿Cómo puede ser que nadie supiera cómo se sentía?”, se plantea. “Los adultos nos olvidamos de que durante estos años no quieres hablar con tus padres, te encierras en tu cuarto… Por eso tendemos a juzgarlos, a reñirlos, a querer educarlos, y acabamos levantando un muro invisible frente ellos. Sin embargo, los adultos somos los que tenemos más madurez y más recursos, soy de las que creen que tenemos que tenderles la mano una y otra vez, por mucho que nos cierren la puerta de su habitación”, insiste la escritora, que también da charlas en institutos sobre adolescencia y comunicación: “Hay que hacerles ver que no están solos”.
Su tercera novela
Este año, Landete regresa con su tercera novela, Dentro de ti (Autografía, 2024), una historia de amor protagonizada por un joven que de pequeño fue maltratado por su padre y a él, de vez en cuando, “también se le va la mano”, explica la autora. Esta conducta le horroriza, porque le impide llevar adelante una relación con la chica que ama, y por primera vez intentará hacer frente a este trauma.
“Si llevamos dentro algo que nos agobia o traumatiza, algo del pasado que forma parte de nosotros, adoptamos patrones de conducta que no nos gustan. Tendemos a hacer lo que nos han hecho a nosotros. Mi mensaje es que puedes romper este patrón si de verdad quieres”, explica Landete. No es un camino fácil: “Hace falta mirar adentro, recibir ayuda psicológica, psiquiátrica y, si es preciso, farmacológica. Si la gente ve que te esfuerzas por cambiar, te aceptará. Pero si dices yo soy así y ya está te rechazará; no podrás tener una relación sana”, concluye.