Sin título. London Borough of Newham. Una de las obras de Madge Gill presente en la exposición

Sin título. London Borough of Newham. Una de las obras de Madge Gill presente en la exposición NEWHAM HERITAGE ARCHIVES

Creación

Josefa Tolrà y Madge Gill: la creatividad como terapia para el alma

El Museo Nacional de Arte de Cataluña muestra el excepcional trabajo de estas dos artistas inclasificables que creaban sus obras mediante el automatismo del trance psíquico: la mano guiada

29 julio, 2023 23:25

Decía Marc Chagall que “el arte es sobre todo un estado del alma”. El concepto de alma nos remite a nuestra porción inmaterial, a ese algo intangible difícil de definir que pertenece a nuestro yo más interior, dicen que nos hace humanos, y nos conecta con nuestra esencia mística. Pero también es la primera y última receptora de nuestros sufrimientos más profundos y desgarradores. Todos sus significados encontraron en “la mano guiada” de Josefa Tolrà (Cabrils, 1880-1959) y Madge Gill (Londres, 1882-1961) la forma de trascender, más allá de sus límites teóricos, para convertirse en asombrosos dibujos de “seres de luz”, espirales cósmicas y arquitecturas fractales.

Dos biografías, muchas similitudes

Aunque nunca se conocieron, ambas autoras comparten en sus biografías numerosas similitudes: la época en la que vivieron; la edad a la murieron (79 años); la falta de formación académica; la tragedia como detonante de su trabajo confeccionado bajo estados de trance; la creatividad como antídoto para el profundo desasosiego de sus almas heridas o el nulo interés por comercializar sus dibujos. Dos grandes desconocidas cuyas creaciones nos permiten actualmente analizar desde otras perspectivas el arte de la primera mitad del siglo XX en Europa y con ello, apuntan los organizadores, reconocernos en nuevos relatos estéticos y éticos de la cultura moderna: nuevas espiritualidades laicas (espiritismo, teosofía, antroposofía), otros paradigmas del arte, como la disolución de la autoría y el proceso colaborativo de la creación, y su función sanadora. Como afirma Pilar Bonet, comisaria de la muestra La mano guiada, “ambas coinciden en duelos y procesos creativos, dibujan y bordan en las horas nocturnas, sin modelo ni pausas. Utilizan alfabetos encriptados y sus mensajes son pacifistas, místicos, feministas y científicos”.

Sin título. London Borough of Newham

Sin título. London Borough of Newham NEWHAM HERITAGE AND ARCHIVES

Josefa Tolrà, la médium-artista que fascinó a Joan Brossa

En enero de 1956, la asociación artística denominada Club 49 organizó en la emblemática Sala Gaspar de la calle Consell de Cent una efímera, y clandestina, muestra de una autora prácticamente desconocida, Josefa Tolrà, una mujer de 76 años que vivía en la localidad de Cabrils, en el Maresme. Apenas eran 12 dibujos con seres angelicales que fluyen en lo etéreo, episodios bíblicos o escenas costumbristas que comenzó a crear en un intento de paliar el dolor producido por el fallecimiento de sus dos hijos varones, el menor en 1924 y el primogénito en un campo de prisioneros al finalizar la Guerra Civil. “Solo cuando dibujo me siento en paz”, decía. Su obra, que solía firmar como Dibujo fuerza fluídica junto a su rúbrica, fascinó a los integrantes del grupo Dau al Set: Antoni Tàpies, Modest Cuixart o Arnau Puig, pero sobre todo a Joan Brossa, quien visitó en varias ocasiones a esta humilde mujer que vestía de negro y se comunicaba con los muertos.

Josefa “desencarnó” (término espiritista que alude al abandono del cuerpo) a los 79 años, dejando un legado que descansa en colecciones y en los fondos de prestigiosos museos como el Museo Nacional del Prado; el MACBA y el Centro Georges Pompidou de París.

El geólogo y el jardinero

El geólogo y el jardinero FUNDACIÓN JOSEFA TOLRÀ-ART VISIONARI

Madge Gill, una visionaria en época victoriana

Madge Gill también fue médium, además de una de las artistas británicas más relevantes del arte visionario de la primera mitad del siglo XX. Su vida estuvo marcada por la desgracia. Creció en la Inglaterra victoriana bajo el estigma de ser hija ilegítima y con 14 años fue enviada a Ontario, donde trabajó como criada en varias granjas. A los 18 regresó a Londres y se incorporó como enfermera en el hospital Whipps Cross de Leytonstone. Su tía Kate fue quien la introdujo en las prácticas mediúmnicas y el espiritismo, pero fue a raíz de la pérdida de dos de sus tres hijos cuando encontró en el dibujo el instrumento de conexión con el mundo espiritista y los seres sutiles. Firmaba sus obras, de densos grafismos y rostros femeninos de mirada ausente, como Myrninerest, nombre de su espíritu guía que la acompañó hasta que “desencarnó” a la edad de 79 años.

Al igual que ocurrió con Josefa, hoy su obra se encuentra en colecciones y museos internacionales como el CAB Lausanne; el Albertina Museum Wien o el LaM-Lille Métropole Musée d’art moderne, d’art contemporain et d’art brut.

La gran teósofa. Museo Nacional del Prado

La gran teósofa. Museo Nacional del Prado FUNDACIÓN JOSEFA TOLRÀ-ART VISIONARI

Organizada por el MNAC, La mano guiada. Josefa Tolrà (1880-1950) – (Madge Gill (1882-1961). Mujeres visionarias (hasta el próximo 5 de noviembre) es un reconocimiento a su singular legado, pero también a la complejidad humana de estas dos mujeres creadoras de un universo místico extraordinario.