Un grupo de escolares asiste a una experiencia de realidad virtual en el DFactory Barcelona

Un grupo de escolares asiste a una experiencia de realidad virtual en el DFactory Barcelona CZFB

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Más ciencia, más mujeres, más futuro: niños y niñas aprenden que la tecnología no tiene género

En el DFactory Barcelona de la Zona Franca de Barcelona se está gestando una pequeña revolución educativa

El programa Feel the ZF Power acerca la industria y la tecnología a los colegios públicos, para que los alumnos descubran que la ciencia y la innovación también son su territorio

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A las ocho y media de la mañana, el autobús escolar se detiene frente al DFactory Barcelona, ese edificio de cristal donde el futuro parece tomar forma entre impresoras 3D, robots y sensores. Los alumnos bajan en silencio, con los ojos muy abiertos. No saben exactamente qué van a ver, pero lo intuyen: algo grande. Lo que no imaginan es que, quizás, ese día alguien encuentre su vocación.

El proyecto Feel the ZF Power, impulsado por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), nació con ese propósito: acercar la realidad industrial y tecnológica a las aulas. Su objetivo es claro y ambicioso: despertar vocaciones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) entre los jóvenes de entre 10 y 16 años, con una atención especial a las niñas, que siguen siendo minoría en estos campos.

Los escolares muestran curiosidad nada más bajar del autobús que les traslada al DFactory Barcelona

Los escolares muestran curiosidad nada más bajar del autobús que les traslada al DFactory Barcelona CZFB

Romper el molde

“La diversidad de género en equipos STEM mejora la creatividad, la innovación y la resolución de problemas”, afirma Pere Navarro, delegado especial del Estado en el CZFB. “Por eso quisimos actuar desde la base educativa, para que más niñas puedan verse a sí mismas en estos sectores”.

El programa, que arrancó en el curso 2022-2023, ha crecido rápido. En tres años ha llegado a 770 alumnos y alumnas y, solo este curso, prevé alcanzar a 300 más. En cada edición participan una media de 19 entidades colaboradoras, entre ellas empresas punteras de la Zona Franca que abren sus puertas para mostrar cómo se fabrica, se innova y se crea valor.

Un grupo de niñas escuchan atentas una explicación

Un grupo de niñas escuchan atentas una explicación CZFB

“Si no se despierta la curiosidad desde pequeñas, muchas niñas no desarrollan ni las habilidades ni las aspiraciones STEM”, explica Blanca Sorigué, directora general del CZFB. “Eso limita su futuro académico y profesional. Cuando se sienten capaces, cambia todo: aumenta su autoestima, su motivación y su interés por carreras científicas”.

“Mediante la visita a empresas de nuestro entorno industrial y tecnológico, niños y niñas pueden comprobar que programar un robot, trabajar con impresoras 3D o que la actividad tecnológica en general no tiene género”, sentencia Sorigué.

De la teoría a la acción

Lo que distingue a Feel the ZF Power es su enfoque práctico. Los estudiantes no aprenden sobre la industria: la viven. Tocan, preguntan, prueban. Observan cómo se programa un robot, cómo una impresora 3D crea una pieza en segundos o cómo la inteligencia artificial ayuda a diseñar productos sostenibles.

La edición actual empezó el pasado 22 de septiembre con los alumnos de 6º de Primaria de la Escola Poeta Foix, que visitaron la empresa SERTRAM y el DFactory Barcelona, considerado el referente europeo de la industria 4.0. Allí conocieron proyectos de Kion Group, Leitat, Malena Group y Tetravol, y descubrieron que la tecnología tiene más rostros –y más acentos– de los que esperaban.

Los alumnos viven la tecnología en el Feel the ZF Power

Los alumnos viven la tecnología en el Feel the ZF Power CZFB

Itinerarios hacia el futuro

A lo largo del curso, los itinerarios se suceden. Uno sobre movilidad sostenible, con alumnos del Institut Doctor Puigvert, incluyó visitas al Port de Barcelona, TMB, FGC y SEAT. Otro, centrado en la química y la biotecnología, está previsto para noviembre con estudiantes del Institut Elisabet. Y en 2026 llegará el de reciclaje y logística, con la participación de la Escola La Marbella.

Cada grupo recorre un tramo del mapa industrial de la ciudad y descubre que la innovación no ocurre solo en Silicon Valley, sino también en los polígonos, los laboratorios y los talleres de su propio barrio. “El objetivo es que los jóvenes comprendan que el talento tecnológico también puede nacer aquí, y que ellos forman parte de ese futuro”, apunta Sorigué.

Adolescentes navegan por la zona industrial del puerto de Barcelona

Adolescentes navegan por la zona industrial del puerto de Barcelona CZFB

Más allá de la vocación

El impacto del programa va más allá de las cifras. Las empresas participantes destacan el entusiasmo de los estudiantes y la sorpresa de muchos al descubrir profesiones que ni siquiera sabían que existían. De alguna forma, Feel the ZF Power no solo muestra cómo funciona la industria, sino cómo se construyen los sueños.

Uno de los aspectos más destacados del programa es la diversidad de empresas participantes, que van desde grandes corporaciones tecnológicas hasta pequeñas startups innovadoras. Esta variedad permite a los estudiantes ver una amplia gama de aplicaciones de STEM, desde la robótica y la inteligencia artificial hasta la ingeniería ambiental y la biotecnología.

Y quizás ahí resida el verdadero poder del proyecto: en ese instante en que un niño o una niña, frente a una máquina en movimiento, se ve a sí mismo en el futuro.