Logo de la productora Triacom e imágenes de programas de TV3 para los que presuntamente trabajaba / CG

Logo de la productora Triacom e imágenes de programas de TV3 para los que presuntamente trabajaba / CG

Business

Una productora de TV3 pagó más de dos millones en facturas falsas

La empresa de contenido audiovisual Triacom presidida por Oriol Carbó fue señalada en el 'Caso 3%' sobre los supuestos pagos ilegales de CDC

7 enero, 2020 11:13

La productora Triacom, que realiza productos audiovisuales para TV3, cuenta con dos millones de euros en facturas falsas emitidas entre 2010 y 2011. Esta misma empresa fue señalada por el empresario Juan Manuel Parra en su declaración judicial en el conocido como Caso 3%, que investiga los supuestos desvíos de fondos públicos para subvencionar actos de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC).

La Agencia Tributaria ha descubierto esta supuesta mordida como consecuencia de una inspección a Triacom por el impuesto de Sociedades y el IVA. La información descubierta por Hacienda fue trasladada a la Fiscalía Anticorrupción de Cataluña y este organismo ha presentado una denuncia contra la productora por un presunto delito fiscal en el Juzgado de Instrucción número 26 de Barcelona. 

Financiación de actos electorales de CDC

Parra defendía en su testimonio que el presidente de Triacom, Oriol Carbó, le dio instrucciones para facturar el despliegue que había realizado para un acto electoral de CDC a la compañía, siempre con conceptos ficticios para evitar que se destapara lo que ello comporta: un delito de desvío de fondos. Todo ello, en connivencia con el exconsejero de Justicia de la Generalitat Germà Gordó, según aseguró ante el tribunal de la Audiencia Nacional.

Hacienda ha destapado que existen gran cantidad de facturas con conceptos que no han llegado a realizarse y también supuestos trabajos subcontratados que tenían como objetivo dar contenido a El gran dictat y Fish & Chips, ambos emitidos en TV3. Sin embargo, la realización íntegra de estos dos programas pertenecía a otra empresa audiovisual, por imperativa de contrato, lo que apunta a sospechas de falsedad en las facturas.

Telefónica también facturó a Triacom

Parra no sería el único que giró facturas fraudulentas a la empresa de Carbó. La Agencia Tributaria destaca el caso de Telefónica, que pagó 2,5 millones de euros --en cinco facturas-- por dos supuestos trabajos con vistas de ser falsos. Por una parte, se facturó el patrocinio de una serie de la que "no hay constancia ninguna" y, por otra, dos vídeos corporativos de los que solo se conoce la existencia de uno y no cumple las condiciones acordadas por ese precio "desorbitado".

La compañía no pudo justificar la razón de estos pagos pese al incumplimiento. Hacienda sospecha que el dinero que abonó a Triacom "fue canalizado o desviado a otras sociedades y personas mediante recepción de facturas falsas", dado que los periodos de entrada y salida de los fondos coinciden en tiempo y cuantía. Las cantidades se abonaron a finales de 2010, primavera de 2011 y finales de 2011, fechas en las que la productora realizó una batería de pagos por importe de 2,48 millones de euros a emisores de presuntas facturas falsas, entre ellos, las de Juan Manuel Parra.

Empresas relacionadas con Convergència

Entre las compañías que habrían girado facturas falsas a Triacom estarían dos sociedades del propuo Oriol Carbó; la empresa de Ana Vidal, mujer de Oriol Pujol Ferrusola; Emocional Base, la sociedad que administraba Marc Puig, secretario de Comunicación de la Generalitat con Jordi Pujol y Artur Mas; y tres mercantiles del dirigente de la antigua CDC David Madí, predecesor de Puig.

En la lista de empresas con facturas falseadas Hacienda incluye dos conocidas ya en la causa abierta en la Audiencia Nacional, Interiorismo y Reformas y Terminación de Edificios y Casas, ambas con sede en un pueblo de Huesca, pocos trabajadores y actividad, y administradas por un octogenario. Las dos realizaban facturas con conceptos como la construcción de un plató para un programa de TV3, a pesar de que estaban a más de 300 kilómetros de la sede de la televisión pública catalana.