Fábrica de Chupa Chups en Sant Esteve Sesrovires / CG

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Business

Las pérdidas obligan a Chupa Chups a podar su capital

La empresa de caramelos con palo y otras chucherías pertenece desde hace quince años a la multinacional Perfetti Van Melle

6 julio, 2021 00:00

La compañía barcelonesa Chupa Chups acaba de acometer una recomposición de su patrimonio debido a los resultados negativos registrados en el pandémico 2020.

Ha desarrollado una operación contable consistente en recortar el capital societario en la suma de 3,8 millones, para dejarlo fijado en 63,5 millones. Tales recursos se aplican a compensar resultados negativos de ejercicios anteriores. De esta forma se restituye el equilibrio patrimonial y la sociedad deja de estar incursa en motivo de disolución. La reducción fue acordada por el socio único, el grupo italo-holandés Perfetti van Melle.

Quebrantos pasados

Chupa Chups está dirigida por Massimo Terrevazzi, Heinz Peter Lauret y Harold Haerkens, que son los tres componentes del consejo de administración.

El ajuste contable ha borrado algunos saldos deficitarios que se arrastraban en el balance, pero éste todavía sigue registrando en sus fondos propios unas abultadas pérdidas de años anteriores por importe de 100 millones. Son la secuela de la larga fase depresiva vivida por la casa entre 2005 y 2014.

Más tarde o más temprano, Chupa Chups habrá de enjugar esas enormes sumas negativas, bien mediante el logro de beneficios y su posterior aplicación a compensar los números rojos embalsados, o bien por medio de otra operación de reducción de capital como la que ahora acaba de realizar.

El fundador y la Casa Batlló

Las principales instalaciones industriales de Chupa Chups están ubicadas en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona). La entidad fue fundada por Enrique Bernat Fontlladosa, un emprendedor hecho a sí mismo que participó a lo largo de su vida en polifacéticas iniciativas industriales, financieras e inmobiliarias.

Aparte de Chupa Chups, la más relevante es la aseguradora Iberia, de la Ciudad Condal, que entre otros activos poseía el edificio modernista Casa Batlló, de paseo de Gràcia de Barcelona.

Pelotazo de Chupa Chups

En 1993, Enrique Bernat articuló un trasiego de alta ingeniería financiera con Seguros Iberia y acabó apropiándose del valioso inmueble a cambio de 15 millones de euros pagaderos en cómodos plazos. Poco después, Seguros Iberia entró en liquidación y desapareció del mapa.

En 2006, tres años tras la muerte del fundador, sus hijos Xavier, Marcos, Ramón, Marta y Nina Bernat Serra traspasaron el 100% de Chupa Chups a Perfetti Van Melle por 190 millones.

Desplome

El cambio de manos no sentó bien al fabricante de caramelos. A la sazón se sumió en una larga crisis que duró diez años y arrojó pérdidas de 100 millones. En 2015 consiguió darle un vuelco al signo de sus resultados y entró de nuevo en beneficios. Se ha mantenido en la senda positiva un lustro, hasta que en 2020 ha vuelto a las andadas debido a los efectos del coronavirus.

Chupa Chups cuenta con 360 empleados y ahora factura menos de 100 millones anuales, frente a los cerca de 400 millones que giraba antes de la transferencia a capitales ítalo-holandeses.