IWG abre su primer coworking de lujo en Barcelona

El gigante británico del coworking negocia las condiciones para gestionar el inmueble prime, aunque todavía no ha cerrado un acuerdo. En paralelo, trabaja en una nueva apertura en el 22@, donde ya gestiona los activos de las calles Pallars y Mas de Roda, y en la expansión de otro de sus espacios de Barcelona ubicado en el barrio de Sarrià.

El espacio Signature de IWG, gigante británico del coworking, en Madrid / REGUS

Apertura en Reus

Estas dos próximas incorporaciones se añaden a los 14 centros que ya opera IWG en la Ciudad Condal bajo sus diferentes marcas, como Spaces, Regus o HQ. La firma ya controla 35.000 metros cuadrados en Barcelona y aspira a doblar su tamaño en los próximos años.

La apuesta de la compañía por la urbe quedó clara cuando decidió instalar en La Campana su sede de servicios para toda Europa, Oriente Medio y África. También ha empezado a buscar activos inmobiliarios en Reus (Tarragona) y tiene como objetivo llegar a ciudades como Badalona, Sabadell, Girona, Tarragona y Lleida.

El espacio Signature de IWG, gigante británico del coworking, en Londres / IWG

Obras en Santander

Más allá de Cataluña, el hólding británico prevé un "crecimiento exponencial" en toda España. "No solo tenemos una visión bipolar de Barcelona y Madrid, queremos estar en todas las capitales de provincia y pueblos imporantes", señala Philippe Jiménez, director de IWG en España. "Ya estamos en 20 ciudades", explica a Crónica Global el ejecutivo, que cree que los espacios flexibles deben llegar ahí donde esté el talento.

Próximamente, el grupo prevé abrir un coworking en Santander, que actualmente está en obras, así como en Pamplona, Santiago de Compostela y Vigo. "Queremos triplicar nuestro tamaño rápido, en 2030 tendremos 400 centros en toda España gracias a un plan de crecimiento con un modelo distinto al de la competencia", indica Jiménez.

El edificio alquilado por el gigante del 'coworking' IWG en Barcelona / CG

1.000 nuevos centros

Estea estrategia de expansión se basa un modelo híbrido que permite crecer más rápido: IWG no renuncia a comprar los inmuebles en los que trabaja, especialmente si tienen una buena certificación energética, pero también recurre al "modelo de franquicias" y al de gestión, es decir, limitarse a operar el activo pagando un alquiler al patrimonialista. En este caso, "la propiedad invierte en el capex y nos deja gestionar todo el personal, la formación, la tecnología, el marketing, la fuerza comercial, facturamos... es como un hotel", detalla el responsable.

Jimenez recuerda que ocho millones de clientes ya utilizan cada día los espacios de IWG, que cuenta con 3.500 centros en todo el mundo distribuidos en 120 países. Este año, abrirá otros 1.000 espacios que abarcarán 1.250 ciudades del globo.