El activista Jordi Cuixart crea una holding

El activista y los otros políticos condenados por el procés disfrutan de una especie de tercer grado gracias a la generosidad de los servicios penitenciarios de la Generalitat. Todos ellos han estado entrando y saliendo del presidio cinco días a la semana para “trabajar”.

Mejor en la cárcel que en la calle

Pero tras la propagación masiva del virus, los máximos protagonistas del golpe sedicioso de octubre de 2017 permanecen recluidos en la cárcel. El único que va y viene es Jordi Cuixart, para atender los asuntos de su empresa Aranow Packaging Machinery, sita en Sentmenat.

La compañía fabrica equipos de envasado de film flexible, que después vende a las industrias de alimentación, bebidas y farmacéuticas.

El martes 10 de marzo, cuando la infección ya se extendía por todo el país, Cuixart inscribió en el Registro Mercantil de Barcelona una instrumental titulada Aranow Machinery Group.

Solo un día después, el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud elevaba la situación de emergencia a pandemia internacional. Tres días mas tarde, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez declaraba el estado de alarma en toda la nación.

Medio millón de capital

Jan Molina Guardia, socio minoritario de Aranow Packaging Machinery, se ha colocado como administrador único de la nueva entidad holding del grupo. Esta se constituyó el 28 de febrero, aunque no se anotó en el Registro Mercantil hasta el 11 de marzo. Su objeto social consiste en la compraventa y gestión de participaciones en otras firmas.

El capital social se ha fijado en 500.000 euros. Jordi Cuixart y sus consocios minoritarios Carlos Obradors Guerrero y el citado Jan Molina han suscrito las participaciones mediante la aportación de sus títulos de Aranow Packaging Machinery. Las dos empresas, matriz y filial, tienen el mismo domicilio en el polígono industrial Mas d’en Cisa de Sentmenat.

Agitación y condena por sedición

Jordi Cuixart lideró su compañía desde la fundación en 2003 hasta abril de 2017, cuando le cedió el testigo a sus socios. Así se liberó de sus quehaceres diarios para dedicarse en cuerpo y alma a la agitación y propaganda del procés.

Esa jugada no resultó demasiado afortunada, porque en octubre de 2017 la jueza Carmen Lamela lo envió a prisión incondicional por su participación en el asedio de la consejería de Economía. Finalmente, dos años después Cuixart fue condenado a nueve años de cárcel por sedición.

Pérdida de clientes españoles

Aranow no se ha resentido excesivamente mientras Cuixart estuvo en la cárcel. En 2018, últimos datos conocidos, las ventas crecieron un 8,7% y se elevaron a 6 millones. Ese año la empresa ganó 60.000 euros netos.

El grueso de su actividad procede de la exportación. Solo una parte muy pequeña de las ventas provenía del mercado nacional. Pero entre 2017 y 2018 perdió prácticamente todos sus clientes españoles.