La Audiencia de Tarragona rechaza el recurso de Granja Crusvi y mantiene la quiebra necesaria
La empresa, carente de activos, ha cambiado de administrador y de domicilio para impedir las notificaciones
10 julio, 2024 00:00Uno de los mayores saqueos empresariales acaecidos en Cataluña durante 2023 acaba de sentenciarse en los tribunales. La Audiencia Provincial de Tarragona ha desestimado el recurso interpuesto por Granja Crusvi y mantiene la declaración de concurso de acreedores necesario.
En un auto fechado la pasada semana, el tribunal formado por Manuel Horacio García Rodríguez, Raquel Marchante Castellanos y Jordi Sans Sánchez, rechaza de plano las alegaciones de Crusvi. Esta elevó recurso y arguyó que el juzgado mercantil no le había notificado el auto.
Domicilio vacío
Los magistrados afirman que el juez mercantil se dirigió al nuevo domicilio adoptado por la empresa, sito en el pasaje Nogués número 26, de Barcelona. La citación no pudo efectuarse, entre otros motivos porque en dichos locales no se desarrollaba actividad alguna, pues era una mera tapadera.
Los jueces sentencian que la sede “es un domicilio ficticio o simulado en el que nunca se ha llevado a cabo la administración o gestión de los intereses de la deudora”.
Bienes evaporados
Asimismo, el movimiento del domicilio societario “tiene lugar pocos meses después de la descapitalización de la deudora mediante la aportación de todo su inmovilizado material a la sociedad Agotzaina, a cambio de una ínfima participación en su capital y poco antes de la designación del que todavía hoy figura como administrador único, Ramiro Antonio Martín Alonso”.
Hombre de paja
Este personaje reviste para la Audiencia de Tarragona las características propias de un testaferro, pues figura como administrador de un centenar de sociedades.
Además, dicho individuo no ha sido capaz de explicar a dónde se han transferido los libros de contabilidad de Granja Crusvi, ni tampoco ha dado razón del nombre, dirección o cualquier detalle de alguno de los bancos que trabajaban habitualmente con Crusvi.
Portazo del Registro Mercantil
Es más, la compañía insolvente volvió a cambiar de oficinas y movió el supuesto cuartel general a la calle de Llull número 321, también en la Ciudad Condal. Pero dicha mudanza no se ha podido inscribir en el Registro Mercantil, debido a que este ha cerrado su hoja por falta de presentación de las cuentas desde el año 2018 hasta hoy.
Información
Por último, la Audiencia Provincial de Tarragona cita la noticia aparecida en este medio en marzo de 2023, que daba cuenta del concurso necesario decretado por el jugado mercantil. “Y qué decir de la noticia relativa a la ‘Quiebra necesaria de la avícola tarraconense Granja Crusvi’, del diario Crónica Global, que relata todas las vicisitudes de las actividades desarrolladas para el vaciado patrimonial de la sociedad de cabecera y de sus filiales, así como el traslado del domicilio social a Barcelona y la designación de un hombre de paja, para vender la totalidad del capital a una sociedad instrumental de la órbita del administrador-testaferro”.
Descalabro
El juzgado mercantil de Tarragona decretó la quiebra necesaria de Granja Crusvi en marzo de 2023, a instancias de Cereales Torremorell SA, de Algerri (Lleida), por una deuda de 75.000 euros.
Granja Crusvi es la matriz del grupo y se encargaba del engorde de los animales en explotaciones propias. Además, abarcaba el matadero de pollos Industria Alimentaria Crusvi, de Riudoms; y Fábrica Mas Vell, de Montbrió del Camp, productora de pienso.
Trasiego delictivo
Poco antes del descalabro, los dueños de Crusvi vendieron los inmuebles industriales, la maquinaria y el utillaje, valorados en más de 10 millones, a la compañía navarra Agotzaina, a cambio de una participación del 1% de su capital.
Cuando se perpetró esa operación, Crusvi estaba regida por los administradores José María Vidal Miralles, Isabel Vidal Pintaluba, Judit Crusat Braña y Manuel Vidal Boleda. Este cuarteto desempeña un papel estelar en el latrocinio de los bienes que albergaba Granja Crusvi.