El gigante Cargill vuelve a los beneficios
La compañía eleva sus ventas un 13% y logra un superávit neto de 4,4 millones
1 febrero, 2019 00:00La subsidiaria de la multinacional norteamericana Cargill en la península Ibérica saldó el año pasado sus actividades con unas ventas de 1.359 millones de euros, que significan un alza del 13% sobre los 1.203 millones de 2017. Dicho guarismo es uno de los mayores registros logrados por la casa desde que aterrizó en el mercado español en 1960.
La cuenta de resultados cambió de signo. Las pérdidas de hace dos años, cifradas en 29,3 millones, se trocaron en 2018 en un beneficio de 4,4 millones.
Ingresos atípicos
A ese viraje contribuyó el incremento del giro, pero sobre todo la contabilización de unos ingresos extraordinarios de más de 17 millones. El grueso de ellos procede de la transferencia de su negocio de producción de malta a una firma de su propio grupo situada en Holanda.
Grupo Cargill aloja su cuartel general para España en el municipio barcelonés de Martorell. La entidad está presidida por Mercedes Segura Tomás.
Filiales
Cargill comercializa cereales, moltura semillas oleaginosas y refina, envasa y vende aceites vegetales. También elabora productos de alimentación animal, malta, ingredientes alimentarios y texturizantes, almidones, edulcorantes y derivados del almidón. Desarrolla esas variadas actividades por medio de oficinas, delegaciones o fábricas sitas en Barcelona, Zaragoza, Madrid, Reus, Mequinenza y Portugal. La plantilla directa de la firma abarca cerca de 700 personas.
Además de sus propios negocios, gestiona un parque de nueve filiales establecidas en Martorell, Portugal, Dinamarca, Argentina y Costa Rica. En 2018, cinco de ellas contabilizaron números rojos y cuatro, beneficios, con un saldo conjunto de casi 18 millones negativos.
Coloso mundial
La multinacional Cargill es una de las empresas no cotizadas más relevantes de Estados Unidos. Tiene presencia en 70 países y da empleo a 155.000 trabajadores. Cargill forma parte del corto y selecto grupo de firmas que maneja los hilos del vasto comercio mundial de primeras materias agrícolas.
La transnacional desembarcó en 1960 en el mercado español con la instalación de una planta de extracción de soja en Tarragona. En los años 80 adquirió Piensos Hens, por entonces una de las firmas líderes de su ramo, perteneciente a las familias Catá y Mercadé. Posteriormente, los Mercadé fundaron la promotora inmobiliaria Layetana. Esta vivió una gran fase de esplendor durante los primeros años del presente milenio, pero luego la crisis la dejó reducida a la mínima expresión.