Pescadores en el Puerto de Arenys de Mar

Pescadores en el Puerto de Arenys de Mar Lorena Sopêna / Europa Press

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Satisfacción en Cataluña por el paso atrás de la UE en las restricciones a la pesca

El Govern y el sector celebran que Bruselas mantenga los 143 días de faena en el Mediterráneo tras semanas de presión política y del sector, aunque advierten de que la batalla por cambiar el reglamento europeo solo acaba de empezar

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Cataluña respira, al menos de momento. El acuerdo alcanzado en el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea ha evitado el escenario más temido por el sector pesquero mediterráneo: un recorte drástico de los días de faena que habría dejado a la flota prácticamente amarrada a puerto.

Bruselas mantendrá en 143 los días de pesca para los arrastreros del Mediterráneo en 2026, los mismos que este año, un resultado que el Govern y las cofradías catalanas valoran de forma positiva tras semanas de intensas negociaciones y presión política.

El conseller del ramo, Òscar Ordeig, ha celebrado el acuerdo, aunque sin lanzar las campanas al vuelo: "Pescaremos los mismos días que el año pasado, pero el trabajo no ha acabado aquí”.

Un acuerdo clave tras un punto de partida crítico

El resultado cobra especial relevancia si se tiene en cuenta el punto de partida de la negociación. La propuesta inicial de la Comisión Europea planteaba reducir los días de pesca hasta solo nueve al año, un recorte que el Govern calificaba sin matices de "devastador" para la flota mediterránea y para la economía de las zonas costeras.

Un pescador en el puerto de Palamós

Un pescador en el puerto de Palamós EUROPA PRESS

"Partíamos de un escenario muy desfavorable y se ha evitado un impacto que habría sido letal para la flota y para las comunidades que viven del mar", ha subrayado Ordeig, que ha agradecido el esfuerzo negociador del Ministerio de Agricultura y Pesca, encabezado por Luis Planas.

Alianza mediterránea

El conseller ha querido destacar el papel coordinado de las comunidades autónomas afectadas y, especialmente, la posición común con Francia e Italia para defender los intereses de la pesca mediterránea ante Bruselas. A ello se suma, según el Govern, el compromiso del propio sector y la aportación técnica y científica del Icatmar, clave para rebatir los planteamientos iniciales de la Comisión.

"El sector ha demostrado responsabilidad y compromiso con la sostenibilidad", ha defendido Ordeig, en referencia a las medidas aplicadas durante los últimos años al amparo del Plan de Recuperación del Mediterráneo.

"Ahora, trabajaremos por una nueva política pesquera en la UE más favorable al Mediterráneo", ha afirmado por su parte Jaume Duch, conseller de Acciçón Exterior. En un mensaje publicado en la red social X, ha asegurado que "la Comisión Europea ha rectificado gracias al clamor rotundo que hemos mantenido también desde el Govern, en Cataluña y en Bruselas", y ha calificado el acuerdo como “una buena noticia” para un sector que ha definido como clave para el país.

Adiós a la penalización por el escamarlán

Entre los aspectos más celebrados del acuerdo figura la eliminación de la penalización específica vinculada a la cigala, una medida que afectaba de forma directa a la flota catalana pese a que los informes científicos no acreditaban una situación de sobrepesca.

"Es una corrección necesaria y una victoria para el sector catalán", ha afirmado el conseller, que ha recordado que esta penalización situaba a Cataluña en clara desventaja respecto a otros territorios del Mediterráneo.

El 'conseller' de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat, Òscar Ordeig

El 'conseller' de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat, Òscar Ordeig Europa Press

El respaldo del sector y de la patronal

El acuerdo europeo ha sido igualmente bien recibido por la patronal española de armadores. El secretario general de Cepesca, Javier Garat, ha asegurado que se trata “objetivamente del mejor resultado posible” dadas las condiciones de la negociación y la posición inicial de la Comisión Europea.

Garat ha valorado especialmente que la flota haya logrado mantener los días de faena “sin tener que aplicar nuevas medidas” adicionales a las que ya cumple para garantizar la sostenibilidad, y ha destacado también la importancia de la alianza con Francia e Italia para frenar los recortes.

La reforma del reglamento, el gran objetivo

Más allá del acuerdo inmediato, uno de los compromisos que genera más expectativas es el anuncio del comisario europeo de Pesca, Costas Kadis, de impulsar una reforma del reglamento del plan de recuperación del Mediterráneo.

"No tiene sentido que la situación de una sola especie pueda bloquear la pesca de más de 150", ha advertido Ordeig, que sitúa la revisión de las llamadas "especies estrangulantes" y la regulación de la gamba como prioridades de las próximas negociaciones.

De la amenaza de huelga al alivio contenido

El alivio llega apenas un mes después de que el sector pesquero catalán amenazara con ir a la huelga si Bruselas no flexibilizaba el calendario de pesca, alertando incluso de la posibilidad de que no hubiera gambas en las pescaderías catalanas para Navidad.

Tras cinco años de restricciones, la flota denunciaba entonces trabajar con datos científicos desfasados y advertía de un riesgo real de abandono de la actividad.

Sostenibilidad y bonificaciones técnicas

El Govern también ha puesto el acento en las medidas de selectividad ya implantadas, que permiten alcanzar una media de 143 días de pesca. Entre ellas destacan las puertas voladoras, un sistema que reduce el impacto sobre el fondo marino de la pesca de arrastre y que utiliza apenas el 32% de la flota catalana.

Imagen de redes de pesca amontonadas

Imagen de redes de pesca amontonadas CAIB

La Generalitat defiende mantener las bonificaciones internas para las embarcaciones que apuestan por estas mejoras técnicas y anima al resto del sector a avanzar en esta dirección.

En paralelo, la Generalitat ha abierto la convocatoria de ayudas FEMPA para 2026 y 2027, dotadas con 8,5 millones de euros. De ellos, 3,8 millones se destinan al fomento de la pesca sostenible —incluidas mejoras técnicas y descarbonización— y 4,7 millones al sector acuícola.