Fabio Beccaria, su esposa Pia Gallostra y obras de arte de fondo

Fabio Beccaria, su esposa Pia Gallostra y obras de arte de fondo

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Guerra en la burguesía catalana por el arte y las fincas de Litexco

Dos acreedores de la inversora inmobiliaria inician una feroz batalla por el patrimonio de la firma, que incluye palacetes en la zona alta de Barcelona, villas en la Costa Brava, una hacienda de 41 hectáreas en Argentina, obras de arte, bonos e inversiones

Más información: Quiebra necesaria de la sociedad inversora Litexco en Barcelona

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La quiebra de la sociedad inversora Litexco en Barcelona ha despertado una feroz batalla entre los fondos acreedores de la firma por hacerse con su patrimonio, que ahora gestiona un administrador concursal.

Este nuevo escenario aparece después de que el Juzgado Mercantil número 6 de Barcelona decretara esta semana el concurso de la gestora, después de más de dos años de pugna entre los dueños y los acreedores. 

En el portfolio de Litexco figuran algunos jugosos activos, como palacetes en la zona alta de Barcelona, villas emblemáticas en la Costa Brava, una hacienda de 41 hectáreas en Mendoza (Argentina), obras de arte --muy perseguidas por los agraviados--, bonos o inversiones varias en empresas.

Algunos de los acreedores piden, a cambio de perdonar el pasivo que se les debe, una parte del patrimonio que atesora la entidad, valorado en varias decenas de millones de euros.

Batalla por el patrimonio

Pero la cascada de acreedores, estafados y engañados es de un tamaño considerable: todos han perdido mucho dinero con la opaca telaraña de Litexco, y todos quieren recuperar una parte. De momento, el administrador investiga a cuánto asciende el boquete defraudado y quién conforma la lista completa de los agraviados. 

Por ello, la segunda batalla por el patrimonio de la gestora se antoja más sangrienta incluso que la primera, cuando la firma del financiero italianosuizo Fabio Beccaria captó capital entre las fortunas de la zona alta de Barcelona para diversos negocios y luego no aportó los resultados prometidos.

Los Gallostra Barri o Mina

Algunos de los acreedores son el suegro de Beccaria, Francisco Javier Gallostra --padre de su esposa Pía Gallostra--, fundador de los míticos calcetines Pocholo, o la cantante italiana Mina, autora del hit setentero Parole, Parole.

Esta última, a través de su equipo de abogados, fue quien promovió la declaración de quiebra de la sociedad en mayo de 2023, después de haber perdido parte de su patrimonio al invertir en soja argentina junto a Litexco.

La sede de Litexco en la zona alta de Barcelona

La sede de Litexco en la zona alta de Barcelona CG

Los acreedores han luchado durante años por recuperar el valor de sus inversiones. Incluso detectaron que Beccaria trató de transferir desde Liechtenstein a Argentina algunos de los bienes más valiosos a nombre de su esposa e hijas, y blindar así su patrimonio.

La maniobra no prosperó porque los letrados detectaron la operación, acudieron a la justicia y consiguieron que se restituyeran los activos a la sociedad original.

Plan de reestructuración

En febrero de 2024, Litexco presentó un plan de reestructuración junto con Bank of America, su acreedor principal, con el objetivo de evitar la quiebra: la propuesta implicaba una quita del 95% para quienes habían invertido en la firma. Pero el resto de reclamantes lo rechazaron.

Mientras tanto, la investigación judicial se extendió a varias jurisdicciones. En Liechtenstein, por ejemplo, la policía local detectó una sociedad offshore de Litexco radicada en Panamá que vinculaba a Beccaria y su entorno familiar.

Ardua tarea para Jaime Campá

El administrador concursal, el abogado y economista Jaime Campá Gracia, tendrá una tarea complicada. El avance de las pesquisas ha puesto de relieve un entramado societario difícil de desentrañar, con una maraña que salpica a Liechtenstein, Panamá y España, y apunta a un uso continuado de estructuras opacas que permitían mover fondos entre sociedades sin un control claro y sin una trazabilidad evidente para los inversores.

Antes de proponer cualquier solución a los afectados, Campá deberá reconstruir el mapa real de activos y pasivos. No será fácil, ni tampoco rápido.

A ello se suma la situación personal de Beccaria, cuyo paradero sigue sin aclararse. Aunque su entorno asegura que colabora con las autoridades, los acreedores sostienen que ha evitado responder a los requerimientos de varios tribunales y temen que existan más bienes ocultos o todavía no identificados.

La falta de una dirección clara del antiguo gestor alimenta la sensación de que el proceso será largo y conflictivo. De momento, la burguesía catalana otea el conflicto desde la distancia, y con los atractivos activos de Litexco en la mirilla.