Montaje con Alberto Torrejón, CEO de Wakeful, y trabajadores de la empresa
El último baile de Wakeful, los corsarios de la seguridad en Cataluña
Inspección de Trabajo investiga a Stride Services SL por presuntas irregularidades laborales y su estrecha relación con el grupo Wakeful, vetado en la contratación pública
Contenido relacionado: La polémica contratista Wakeful reduce la deuda con Hacienda mientras acumula decenas de impagos
Wakeful se apaga, pero no desaparece. La compañía que durante años navegó por los contratos públicos de Cataluña con prácticas al límite de la legalidad da ahora sus últimos coletazos bajo otro pabellón: Stride Services SL, una firma que recoge su personal, su estructura y, según denuncian fuentes del sector, también sus viejos hábitos.
A las puertas del Challenge Barcelona Triathlon, uno de los grandes eventos deportivos del calendario municipal, Stride Services resultó en 2024 la adjudicataria del servicio de auxiliares en eventos deportivos por un importe de 368.478,88 euros.
Sin embargo, la celebración llega ensombrecida: la Inspección de Trabajo investiga a la empresa por presuntas irregularidades y su estrecho vínculo con Wakeful, grupo recientemente vetado en la contratación pública.
El ocaso de un grupo polémico
El nombre de Wakeful se asocia desde hace años a conflictos laborales, impagos y contratos bajo sospecha. En septiembre, el Ayuntamiento de Barcelona la inhabilitó durante tres años por vulnerar la Ley de Contratos del Sector Público, sumando así un nuevo capítulo a una trayectoria marcada por sanciones y pérdidas judiciales.
Su filial, Wakeful Services, no resistió el golpe y terminó en concurso de acreedores, con una deuda cercana al millón de euros y sin perspectiva de recuperación. La debacle parecía definitiva… hasta que surgió Stride Services, heredera de facto del negocio y el personal.
Un relevo con las mismas prácticas
Según ha podido saber Crónica Global, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha recibido una denuncia por posibles infracciones graves en la gestión del personal que trabajará durante el evento.
El escrito, presentado por una fuente conocedora del sector, sostiene que Stride Services y Wakeful ofrecieron precios “inviables” en la licitación pública. Dichos importes —asegura la denuncia— “no permiten cubrir los costes mínimos legales, ni las cotizaciones a la Seguridad Social ni los complementos obligatorios por convenio”.
Además, se advierte de que la empresa podría emplear trabajadores sin alta o con parte del salario en negro, una práctica que ya habría motivado la retirada precipitada de Wakeful de otros servicios municipales en el pasado.
Trabajadores de Wakeful
La sombra de la sucesión irregular
El sindicato ADN Sindical Seguridad y Servicios de Cataluña ya denunció ante la autoridad laboral que el grupo protagoniza una “sucesión irregular de empresas”.
Según el escrito, Stride habría absorbido parte de la plantilla y la estructura operativa de Wakeful Services. El Juzgado de lo Mercantil admitió a trámite el informe, que apunta a una posible vulneración del artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores, el cual obliga a la nueva empresa a asumir las obligaciones laborales del empleador anterior.
Un final anunciado
Ni los concursos de acreedores, ni los vetos, ni las sanciones han logrado cortar el circuito empresarial de Wakeful, que ahora busca sobrevivir bajo otro nombre. La marca cambia, pero el modelo de negocio parece intacto: precariedad, subcontrataciones encubiertas y una red de sociedades que se reciclan cada vez que la anterior cae.
Para muchos en el sector, Stride Services es simplemente el último disfraz de Wakeful, un grupo que durante años navegó entre las grietas del sistema de contratación pública catalana.
