El invento catalán que revoluciona la comunicación con los mayores que no saben usar Whatsapp: "Tiene un mantenimiento muy bajo y es fácil de utilizar"

¿Cuántas veces uno desearía enviar un mensaje de WhatsApp a sus abuelos o familiares cercanos mayores y no puede hacerlo porque ellos no tienen un móvil con esta app?

Esta pregunta y otras similares son el motor de arranque de dos jóvenes catalanes que empiezan a revolucionar el mundo de la comunicación intrafamiliar gracias a su nuevo invento. 

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El artilugio, de nombre Heralto, no es más que una impresora. Nada del otro mundo, sino fuera porque imprime los mensajes de texto que recibe. 

El dispositivo, que ya se ha puesto en marcha en varios hogares de Cataluña, está conectado a internet y convierte en papel los mensajes enviados a través de la aplicación de mensajería Telegram. Por ahora, no WhatsApp. Pero ya es un paso.

Quién está detrás

Todo surgió de la cabeza de dos primos de La Llacuna, un pueblo de la Anoia (Barcelona). La abuela de la pareja de uno de los creadores, con 93 años, no había tenido nunca contacto con la tecnología digital y quedaba excluida de los mensajes y fotografías compartidos en el chat familiar. 

Ante esta situación, los catalanes Àlex Cabañeros y Ricard Durall decidieron diseñar un dispositivo que le permitiera mantenerse en contacto sin necesidad de aprender a usar un teléfono inteligente. Y así nació Heraldo.

Cómo es Heralto

El invento parece no tener mucho misterio, pero nadie antes lo pensó. Se trata de una pequeña impresora térmica que no necesita tinta y que utiliza papel de ticket similar al de los restaurantes. 

La máquina se mantiene conectada a la red y está vinculada exclusivamente a Telegram. Cada vez que alguien de la familia envía un mensaje, ya sea un texto o una fotografía, el contenido se imprime de manera instantánea en la impresora del usuario. 

De esta forma, las personas mayores que no saben usar las apps de mensajería instantánea reciben la información como si fuera una postal. No les hace falta utilizar un smartphone ni descargar aplicaciones.

Cómo funciona

Pero la cosa no acaba aquí. El dispositivo también permite responder. Heralto incorpora tres botones de colores que facilitan la interacción: el verde envía un “sí”, el rojo un “no” y el gris transmite un mensaje personalizado que puede configurarse previamente. 

Así, si bien el receptor debe hacer preguntas sencillas, se establece una comunicación bidireccional de manera rápida y comprensible. Y como subrayan sus creadores a Rac1 “tiene un mantenimiento muy bajo y es fácil de utilizar”.

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El invento funciona. Lo probaron con la mujer que dio origen a la creación y va de lujo. Aseguran que esta abuela, hoy utiliza el aparato para enviar saludos matinales y recibir imágenes impresas de sus familiares. 

El caso se ha convertido en la mejor herramienta de venta para sus creadores que ya empiezan a comercializar el producto. Aunque Heralto no se vende como un aparato convencional

Modelo de suscripción

Los catalanes han creado un sistema de suscripción mensual que incluye el dispositivo y el mantenimiento del servicio. Y ofrecen, por ahora, dos planes: uno básico, con un número limitado de mensajes, por 9,90 euros al mes, y otro ilimitado, con impresiones sin restricción, por 14,90 euros al mes. Siempre con un mes de prueba gratis.

Este modelo de suscripción es útil para todos. Los mayores pueden abandonarlo cuando quieran y, mientras, a sus creadores les permite continuar desarrollando mejoras. Porque el proyecto va a más.

Periodo de prueba

Según explican estos ingenieros a Rac1, tienen pensado crear recordatorios de medicación, juegos de memoria para mantener activa la mente de los mayores y funciones avanzadas que podrían incorporar inteligencia artificial, como la traducción automática de mensajes a distintos idiomas.

De momento, Heralto está en pruebas o en fase inicial, como le llaman. Sin embargo, ya hay varias unidades en funcionamiento en Cataluña. 

La difusión del proyecto en medios y redes sociales ha multiplicado la demanda, y los creadores reconocen que tienen más de una veintena de pedidos pendientes. Pero, la capacidad de producción todavía es limitada.

Los dispositivos se fabrican de manera artesanal, pero ya en marcha, aunque la estrategia es crecer de manera gradual. Primero, empezar por el público catalán y, tras evaluar la marcha, no destacan dar el salto al resto de España.