El presidente del BBVA, Carlos Torres (izq.), y el consejero delegado, Onur Genç, en la última junta de accionistas del banco / EP

El presidente del BBVA, Carlos Torres (izq.), y el consejero delegado, Onur Genç, en la última junta de accionistas del banco / EP

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Los grandes accionistas ya se plantean acudir a la OPA sobre el Sabadell tras la mejora del BBVA

La mejora de la contraprestación revierte la prima negativa que hasta ahora reflejaban las cotizaciones de ambos bancos

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La OPA hostil lanzada por el BBVA sobre el Banco Sabadell ha registrado su enésimo giro. Pese a la insistencia de la cúpula de la entidad que preside Carlos Torres en que no habría modificaciones en la contraprestación, el oferente no ha tenido más remedio que mejorar las condiciones para, al menos, lograr una aceptación superior al 30% y evitar un más que rotundo fracaso. 

La modificación de la oferta no supone un salto significativo. La valoración del Banco Sabadell con la mejora de la propuesta se queda en 3,39 euros por acción, con la referencia de las cotizaciones del pasado viernes. 


Es decir, muy lejos del entorno de los 3,8 euros en los que se sitúa el precio objetivo de las firmas de bolsa. E incluso sensiblemente inferior al precio que alcanzaron las acciones del Sabadell el pasado mes de agosto, cuando llegaron a situarse por encima de 3,48 euros, sus máximos desde finales de 2008. 

Sin embargo, ha sido suficiente para hacer que la prima de la OPA en relación con las cotizaciones de ambas entidades vuelva a terreno positivo. En los días previos a la mejora de la oferta, la contraprestación del BBVA (canje de un título de nueva emisión y 70 céntimos en efectivo por 5,5483 acciones del Banco Sabadell) presentaba pérdidas entre el 6% y el 8% para los socios de la entidad opada. 

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu (i), y el presidente del BBVA, Carlos Torres Vila (d), se saludan en el Ministerio de Economía

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu (i), y el presidente del BBVA, Carlos Torres Vila (d), se saludan en el Ministerio de Economía Ricardo Rubio / Europa Press

Tras la modificación de la propuesta (que deja el canje en una acción del BBVA por 4,8376 del Sabadell y elimina el efectivo para evitar la penalización fiscal de los residentes en España), la OPA ofrece aproximadamente un 3% más que la bolsa por los títulos del Sabadell.

Un argumento más que suficiente para que los inversores institucionales (fondos de inversión y de pensiones, banca de inversión, sociedades de cartera, etc) opten por acudir a la oferta.

Una primera oferta inaceptable

Los grandes inversores han visto con buenos ojos desde el primer momento una operación que les permitiría ser partícipes de una entidad de mayor tamaño y escala, lo que le otorga mayores posibilidades de crecimiento. Sin embargo, no eran capaces de aceptar una propuesta cuyo precio era sensiblemente inferior al que reflejaba el mercado. 

Esa actitud fundamentaba la opinión particular expresada por el consejero David Martínez en el informe que el órgano de gobierno del Sabadell emitió sobre la OPA cuando fue autorizada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).


El inversor mexicano, que cuenta con un 3,5% del capital y es uno de los principales accionistas, señaló que la operación del BBVA "constituye la estrategia acertada para las dos instituciones". No obstante, puntualizaba que el precio ofrecido entonces por el BBVA "la hace irrealizable", con lo que justificó su rechazo.

El pasado viernes, el consejero delegado del Banco Sabadell, César González-Bueno, afirmó que el 70% de los inversores institucionales con los que se había reunido la entidad en los últimos días, con motivo de los encuentros celebrados en Londres y Nueva York, estimaban que el BBVA terminaría por mejorar la oferta.

César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell

César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell Cedida

Salvada esta circunstancia, las posibilidades de que los grandes inversores acepten la oferta se elevan de forma significativa; incluso, en el caso de que la prima respecto de lo que ofrece el mercado sea ínfima.

Este escenario prácticamente asegura al BBVA lograr una aceptación superior al 30% y así salvar los muebles de la operación, aunque para ello tenga que renunciar a la condición de la aceptación mínima del 50% de los derechos de voto para considerar la oferta exitosa.

Mínimo de aceptación, en el aire

De hecho, el consejo del banco con sede en Bilbao ha renunciado a volver a mejorar la oferta y también a prolongar el plazo de aceptación. Sin embargo, no ha hecho lo propio con la condición de aceptación mínima, lo que hace más que posible que, finalmente, tenga que echar mano de esa renuncia para seguir adelante con sus planes de tomar el control de su competidor.

Si la situación no varía en las próximas sesiones o no se da un giro inesperado, buena parte de los accionistas institucionales, que aglutinan en torno a la mitad del capital del banco catalán acudirán a la oferta. 

Las excepciones vendrán de la mano de accionistas con intereses en el Sabadell (como el caso de Allianz, por su acuerdo de bancaseguros). Y también de los fondos indexados al Ibex 35, que replican la estructura del índice selectivo y, de este modo, no podrán salir del Banco Sabadell, dado que el valor va a permanecer en el selectivo con casi toda seguridad después de la OPA.

Con todo, la incertidumbre no se disipa del escenario. La mejora de la oferta no seduce a los minoritarios, que la consideran insuficiente. En su caso, el precio queda en un segundo plano (salvo que el BBVA hubiera elevado significativamente la contraprestación) y tiene más peso el rechazo social

Toda vez que las mayores probabilidades pasan por que el BBVA se haga con más de un 30% pero menos de un 50% del Sabadell, la entidad oferente deberá lanzar una segunda OPA. E iniciará un camino hacia la toma de control del Sabadell que se avecina largo y no exento de dificultades.