Tren AVLO de Renfe Europa Press
Lo que deja el adiós de los trenes AVLO Barcelona-Madrid: estos son los cambios que implica
La versión low-cost de Renfe ha suspendido sus servicios ofrecidos para este trayecto, apenas cuatro años después de su lanzamiento
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Los servicios de la red ferroviaria española están en el punto de mira desde hace un tiempo, después de acumular incidencias, retrasos y cancelaciones en múltiples conexiones del país.
El propio ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, advertía este martes que en los próximos dos años tendrán lugar más incidencias en la red ferroviaria.
Según explicó, esto sería resultado del estreno de nuevos trenes que por su condición podrían generar problemas, a la vez que que por el hecho de compartir espacio con otros con más antigüedad que se habrían quedado obsoletos.
A este complejo contexto, se añade que hace tan solo unos días se daba a conocer el fin de los trenes AVLO que conectaban Barcelona con la capital española. La versión low-cost de Renfe dice adiós a sus servicios ofrecidos para este trayecto, apenas cuatro años después de su lanzamiento.
Pero más allá de la pérdida de oferta para los usuarios del tren, con su despedida también se prevén otras consecuencias que conllevarán un impacto en los consumidores.
Lo que se anunció
La suspensión de estos convoyes de bajo coste se explicó hacerse, por parte de Renfe, con el fin de conseguir una "mejora en los servicios y la experiencia del viajero".
Lo cierto es que previamente a su anuncio del pasado jueves, la compañía pública ya tuvo que retirar los trenes Avlo S106 que circulaban entre Madrid y Barcelona como consecuencia de problemas técnicos que se apreciaron en inspecciones. Un hecho que despertó preocupación sobre la seguridad y la fiabilidad de este servicio de alta velocidad.
En su comunicado, la compañía ferroviaria afirmó que su intención es mantener las mismas frecuencias, horarios y precios competitivos, mientras se busca un equilibrio entre las comodidades de los trenes Ave tradicionales —como cafetería, mayor espacio y servicios adicionales— y los precios asequibles de los Avlo.
Lo que podría derivar de la suspensión
Ese fue el mensaje que se transmitió por parte de Renfe; algo en lo que no concuerda el presidente de la Asociación Española de Consumidores, Miguel Ángel Ruiz, quien en declaraciones para El Mundo, expresó su preocupación ante este anuncio de la compañía. Según él, con esta suspensión "sin duda alguna va a haber un incremento en los precios".
Asimismo, no se estaría cumpliendo de momento con el objetivo de mantener los mismos horarios, tal y como hacía saber la compañía en su comunicado.
De hecho, la falta de información actualizada sobre horarios y frecuencias ya se nota en la web oficial de Renfe. Si se entra en la misma se puede observar una menor oferta de trenes después de la fecha en la que quedan sin servicio los AVLO, el primer viernes. Concretamente, no se cubre el espacio que deja libre la suspensión del servicio mencionado.
Así si comparamos con los servicios ofrecidos este viernes (previo a la suspensión), se incluían 18 trayectos Madrid-Barcelona, cinco de ellos bajo el producto low-cost AVLO. Sin embargo, para el viernes 12 de septiembre al que hacíamos referencia antes, ya sin AVLO, solo aparecen 13 trayectos en trenes AVE, es decir, cinco viajes menos disponibles.
Es por ello que, ante la falta de sustitución de estas frecuencias que quedan vacías, podría haber consecuencias en el bolsillo de los pasajeros. Para Ruiz, esta situación "provocará un incremento de pasajeros en los trenes, siendo un perjuicio para el usuario que tendrá menos opciones de viajar".
Y por endé, a mayor demanda y menos oferta, se genera la clásica habitual: suben los precios. En este caso, aumenta el coste del billete de tren.
Impacto en los precios
Según los cálculos de la Asociación Española de Consumidores, este aumento en el precio podría ser equivalente a un 10%. Algo que no dista mucho de lo que se puede apreciar en la oferta de trenes que figura ya en la web oficial.
Así, mientras que antes de la retirada del servicio el coste de un tren que circula un viernes en ese trayecto se sitúa en los 80,50 euros (para este viernes 5), después de la cancelación de los Avlo ascendería unos 6 euros (durante el viernes siguiente, el primero tras el cambio), alcanzando los 86.51 euros. Este incremento equivaldría a un alza del coste del 7,5%.
Posibles soluciones
Y con todo esto, ¿quién serán los mayores afectados de la nueva situación? "Todos esos usuarios que usaban estos trenes precisamente por los precios más asequibles y la variedad en horarios", explica Ruiz.
Para mitigar el impacto de la suspensión de Avlo, Miguel Ángel Ruiz sugiere que otros operadores ferroviarios podrían tomar las frecuencias que deja Avlo, siempre con el permiso de Adif, que administra la red ferroviaria española.
De este modo, se podría mantener la oferta y controlar los precios, evitando que los usuarios sufran un encarecimiento significativo y una reducción de opciones.
No obstante, hasta el momento, no hay confirmación de que se vaya a implementar esta solución, lo que mantiene la incertidumbre sobre cómo evolucionará el mercado ferroviario en los próximos meses.
Repercusiones técnicas y políticas
El problema de Avlo no se limita al precio. Los problemas técnicos detectados en los trenes S106 han provocado que el ministro de Transportes, Óscar Puente, anuncie un viaje a Alemania para visitar la fábrica de trenes de Siemens.
Tal y como explicó, "recientemente hemos tenido una incidencia muy seria en estos trenes al detectar en un una revisión rutinaria algunas fisuras en los bogies de los trenes que sirven en la línea Madrid-Barcelona, lo que nos ha obligado a retirarlos de la circulación, con las afectaciones lógicas que eso supone".
El objetivo de ese viaje es evaluar de primera mano los problemas detectados en los últimos trenes de alta velocidad entregados por Talgo y garantizar que futuras entregas cumplan con los estándares de seguridad y eficiencia.
Este movimiento refleja la preocupación del Gobierno y de Renfe por asegurar la fiabilidad del servicio de alta velocidad, aunque también pone de manifiesto los retos que enfrenta el transporte ferroviario español en términos de innovación, mantenimiento y competitividad.
Consecuencias a largo plazo
Por otro lado, la suspensión de Avlo plantea varias preguntas sobre el futuro del modelo low-cost en la alta velocidad española. Si los precios continúan aumentando y no se sustituyen adecuadamente las frecuencias, podría reducirse la competitividad frente a otros medios de transporte, como el avión o el autobús de larga distancia.
Además, podría disminuir la accesibilidad de los viajes frecuentes para estudiantes, trabajadores y turistas que dependen de tarifas más asequibles.
Por otro lado, la situación también abre oportunidades para competidores privados o nuevos operadores que puedan ofrecer servicios de alta velocidad a precios competitivos, siempre que cuenten con el respaldo de Adif y la infraestructura necesaria.
Con todo ello, la suspensión de Avlo pone de relieve la necesidad de transparencia, planificación y supervisión en los servicios de transporte público, así como la importancia de mantener alternativas competitivas que eviten que los usuarios sean los más perjudicados.