
Un repartidor de Glovo Europa Press
Just Eat denuncia que Glovo forzó a restaurantes a adoptar su modelo y sus repartidores por ser "más baratos"
Just Eat ha demandado a la empresa catalana de reparto a domicilio por competencia desleal y le exige 295 millones de indemnización por los perjuicios ocasionados
Los representantes de Glovo están citados para declarar este miércoles durante la vista oral
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Just Eat ha acusado a Glovo de presionar a los restaurantes para que despidieran a sus repartidores y adoptaran su modelo basado en riders (autónomos).
Desde el año pasado, la empresa de Òscar Pierre habría informado a los locales que el servicio de marketplace --la plataforma digital donde venden sus productos directamente a los clientes-- iba a cerrar. Y para seguir usando el servicio, los restaurantes debían aceptar un nuevo contrato con cambios en comisiones y condiciones. Si no aceptaban, iban a perder el acceso a la plataforma y a sus clientes.
Así lo ha explicado este martes el director general de Just Eat en España, Íñigo Barea, durante la primera sesión del juicio iniciado tras la demanda que la compañía holandesa presentó contra Glovo por competencia desleal.
En general, Just Eat sostiene que el gigante catalán de reparto a domicilio contrata a sus repartidores como falsos autónomos y reclama 295 millones de euros de indemnización por los daños ocasionados.
Mails
En su intervención, el directivo ha detallado que en 2023 Glovo lanzó "una campaña bastante fuerte" mediante correos electrónicos dirigidos a los restaurantes, avisándoles que el servicio de marketplace estaba próximo a finalizar y que, para negociar un nuevo contrato, debían aceptar el modelo propuesto por la empresa.
Barea ha señalado que, ante la posibilidad de contratar servicios más económicos que además reducen las complicaciones, muchos restaurantes optan por prescindir de su propio equipo: "Dicen 'pues oye, me quito el dolor de cabeza y este me lo da a mitad de precio, despido a todo lo que tengo y ya está, me voy a su modelo", ha indicado.
Desincentivo
El gerente de una cadena de restaurantes japoneses en Barcelona, que inicialmente tenía 20 repartidores propios y luego optó por subcontratar debido a que no podía competir con las grandes plataformas, ha reconocido que Glovo desalentó su intención de contratar a su propio equipo.

Un repartidor de Glovo Europa Press
"Llegó una notificación donde nos informaban de que en un plazo corto de tiempo ya no se podría repartir la demanda generada por Glovo con repartidores que no fuesen de Glovo", ha detallado el testigo, quien ha agregado que también le pidieron que facturasen a cada uno de los riders, algo que era inasumible.
Autónomos
Según Just Eat, esta situación reduce "muy significativamente" el margen de sus operaciones, principalmente por dos razones: la rigidez del modelo con empleados y los costes asociados, como pagar a los repartidores cuando no están trabajando, cubrir las horas sindicales y hacerse cargo de la Seguridad Social.
Por esta razón, Just Eat ha tenido más dificultades para crecer en ciudades pequeñas que Glovo. Según Barea, si un negocio no funciona bien, Just Eat tiene que hacer despidos y negociar con los sindicatos, lo que cuesta mucho dinero. En cambio, con repartidores autónomos, solo hay que dejar de enviar pedidos y parar la actividad.
Cargos
Asimismo, la diferencia de margen entre un pedido realizado por el marketplace y otro gestionado con su propia logística puede ser de 2 a 3 euros por pedido. Ese coste extra no puede ser trasladado ni a los usuarios ni a los restaurantes porque podría causar la pérdida de clientes.
En contraste, Glovo "ha tenido unos costes muchísimo más bajos, lo que les ha permitido ser muchísimo más agresivos" tanto con los restaurantes como con los usuarios, presionando a la baja los márgenes de beneficio.
Acuerdo exclusivo
Desde Just Eat también explican que, debido a los costes que trae consigo pagar a sus repartidores, no pueden permitirse ofrecer contratos de exclusividad a cadenas de restaurantes como sí hace Glovo, ya que sería un gasto insostenible.
Según Barea, Glovo ha hecho acuerdos exclusivos con cadenas populares como Vicio, Hundred Burgers y Honest Greens, lo que obliga a los usuarios a usar su aplicación para pedir en esos restaurantes y otros que comparten ambas plataformas. "Es una forma de robar y arrastrar a un usuario", ha lamentado.
Respecto a por qué Just Eat no puede competir en exclusividad, ha agregado que el coste inicial es de varios millones de euros y que, si tuvieran margen para ahorrar, lo destinarían a esto junto con marketing. Sobre la posibilidad de adoptar el modelo de Glovo, ha afirmado que lo consideraron pero descartaron la idea porque les advirtieron que sería ilegal.
Los representantes de Glovo están citados para declarar este miércoles durante la vista oral.