Sede de Occident, en Sant Cugat del Vallès / EP

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Business

Las claves de excluir de bolsa a Catalana Occidente: barata, sin opciones de compra e ínfima contratación

El grupo asegurador dejará de cotizar tras una trayectoria muy ligada a los mercados, que se remonta incluso al siglo XIX, en sus orígenes empresariales

Más información: Los Serra lanzan una OPA de 2.277 millones para excluir de bolsa a Occident

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La familia Serra, fundadora de Catalana Occidente, anunció la pasada semana el próximo lanzamiento de una OPA sobre la aseguradora con el objetivo final de excluirla de cotización.

El accionista ya tiene en su poder una posición mayoritaria en el capital, al controlar en torno al 62%; de modo que la operación no deja de ser llamativa, en tanto en cuanto supone un esfuerzo inversor de más de 2.300 millones de euros.

Detrás de esta estrategia se encuentran una serie de factores a tener en cuenta para entender el racional de la operación. Entre ellos, el consenso del mercado acerca de la infravaloración que padece la compañía. Igualmente, los problemas para encontrar oportunidades de crecimiento inorgánico en el mercado. 

Y también cabe mencionar la muy discreta actividad del valor en bolsa, con volúmenes de contratación muy inferiores a los que presentan las cotizadas con una capitalización similar a la de Catalana Occidente.

Como la mayoría de los valores financieros, las acciones de la aseguradora presentan en los últimos años un considerable descuento respecto al valor en libros. Aunque la trayectoria de la cotización ha sido positiva desde que se inició el año, el mercado aún pagaba por la empresa algo menos que lo que indican los libros de ésta. 

Hugo Serra, consejero delegado de Occident, en un acto corporativo

Hugo Serra, consejero delegado de Occident, en un acto corporativo Cedida

Además, la ratio PER (por sus siglas en inglés, que pone en relación el número de veces que la capitalización bursátil supera los beneficios de una sociedad cotizada) es inferior a diez. Una proporción inferior a la que presentan las empresas que, de acuerdo con el consenso del mercado, están adecuadamente valoradas, que se sitúa entre 12 y 14 veces.

De hecho, pese a que la contraprestación ofrecida por Inocsa a los accionistas de Catalana Occidente ofrece una prima del 18% respecto al último cierre antes de conocerse el anuncio de la oferta, la cifra (50 euros por acción clase A) es sensiblemente inferior al precio objetivo que estiman los analistas.

Las recompras de la banca 

En el contexto actual, los Serra tampoco ha sido capaces de encontrar una oportunidad para hacer crecer a Catalana Occidente de forma inorgánica, tal y como hicieron en etapas anteriores. Al menos, en lo que a grandes operaciones se refiere, donde no entraría la adquisición de Mémora

En el caso de la banca, tal tesitura, en un escenario de infravaloración que comparte con Catalana Occidente, ha llevado a las entidades a potenciar los programas de recompras de acciones. Al no vislumbrar con claridad una operación corporativa que genere valor, los bancos han encontrado la alternativa ideal en apostar por ellos mismos.

Además de estos elementos, también cabe tener en cuenta la escasa contratación que registra la aseguradora en el parqué. Hasta el anuncio de la OPA, el volumen medio de títulos intercambiados equivalía al 0,02% del total de acciones; una proporción diez veces menor a la que presenta una cotizada del tamaño de Catalana Occidente. 

Precisamente, esta es una de las circunstancias que ha alejado a la empresa del Ibex 35. Con una capitalización superior a los 5.000 millones de euros, la aseguradora tendría un hueco en el selectivo, bajo el criterio del tamaño. 

Costes de cotizar

Su capital flotante no es demasiado elevado, aunque presenta similitudes con el de Inditex, sin ir más lejos. De este modo, uno de los factores más determinantes para que la compañía no acceda al Ibex es de la escasa contratación en bolsa.

Sin problemas de financiación, con los mínimo de solvencia requeridos por el regulador ampliamente superados y con los elementos mencionados, la presencia de Catalana Occidente en bolsa pierde gran parte de su sentido.

Por el contrario, supone una elevada carga por los costes que soporta, especialmente en forma de tasas e impuestos. Y además, incluye un notable esfuerzo de transparencia, dadas las obligaciones periódicas de publicación de resultados, informes de gobierno corporativo y de retribuciones al consejo de administración y la alta dirección.