Cotizaciones del Ibex y Caixabank en las pantallas de la Bolsa de Madrid / EP

Cotizaciones del Ibex y Caixabank en las pantallas de la Bolsa de Madrid / EP

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Caixabank y Aena, las dos minas bursátiles con las que el Estado se apunta 18.000 millones

El gestor aeroportuario alcanzará sus primeros diez años como cotizada tras haber multiplicado por 3,6 su precio inicial y cotiza en máximos históricos, al igual que el banco

Más información: El Estado se anota un 2% adicional de Caixabank gracias a las recompras de acciones

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Los mercados bursátiles han prolongado al inicio de 2025 la tendencia alcista que ya mostraron en la recta final del pasado año. Una circunstancia que ha llevado al Ibex 35 a cotizar en máximos desde los inicios de la crisis financiera, un ya alejado 2008. Las alegrías de muchos inversores son compartidas por uno muy peculiar: el Estado.

Entre el puñado de valores que fluctúan en la bolsa en zona de máximos históricos se encuentran los dos que representan las posiciones más voluminosas del Estado: el gestor aeroportuario Aena y Caixabank. Gracias a ellos, la particular cartera pública ha engordado en torno a 18.000 millones de euros. 

En unos días, Aena cumplirá su primera década como empresa cotizada. Protagonista de la última gran privatización en España, el propietario de la red de aeropuertos públicos culminó el proceso con la venta en bolsa del 49% de su capital. 

Desde aquel mes de febrero de 2015, la compañía ha sido capaz de multiplicar por 3,6 veces el precio establecido para su debut en el parqué. Los 58 euros en que fue valorado cada uno de los títulos de Aena reportaron a las arcas públicas ingresos cercanos a los 4.300 millones de euros.

Maurici Lucena, presidente de Aena / EP

Maurici Lucena, presidente de Aena / EP

Una década después, las acciones de Aena acumulan una revalorización próxima al 260%, más de trece veces superior a la registrada por el Ibex 35 en este periodo. Gracias a esta más que notable progresión, la participación que mantiene el Estado alcanza un valor muy próximo a los 16.000 millones de euros, cerca de 11.500 millones más que en el estreno bursátil.

De esta forma, el valor de la participación del Estado en Aena está muy cerca de duplicar la que tenía el 100% de la empresa cuando culminó el proceso de su privatización.

Del rescate a la fusión

En el caso de Caixabank, la llegada del Estado a su capital se produjo a través de la fusión con Bankia, en la que contaba con una participación mayoritaria de algo más del 60%. Consecuencia del rescate de la Unión Europea al sector financiero español, el Estado tomó el control de Bankia, con el compromiso de reducir este peso progresivamente y así poder devolver los fondos inyectados.

Los títulos de Bankia en manos públicas que fueron canjeados por acciones de Caixabank estaban valorados por el mercado en unos 1.950 millones de euros. A precios actuales de mercado, esta participación supera los 7.600 millones.

Una evolución articulada por la subida del 120% que ha registrado el valor desde que cotiza como una única entidad, tras el cierre de la fusión mercantil en el primer trimestre de 2021. 

Además, en este periodo el Estado, que se estrenó como accionista de Caixabank con una participación de poco más del 16%, ha elevado esta proporción dos puntos gracias a las sucesivas reducciones de capital que han acompañado a los programas de recompra de acciones.

Intensa actividad compradora

Con algo más de 42.000 millones de euros de capitalización bursátil, Caixabank se ha consolidado entre los cinco mayores valores que conforman el Ibex 35. Por su parte, los máximos históricos de Aena han impulsado su valor en el mercado por encima de los 31.000 millones, lo que le sitúa en una ajustada pugna con Amadeus y Ferrovial por la sexta plaza. 

En los últimos años, el Estado ha elevado de forma notable su exposición a la bolsa, conforme a las decisiones adoptadas por el Gobierno. Así, la participación pública en Indra se elevó al 28% tras la adquisición de un 10% adicional. 

Un movimiento que arrastró al capital de la compañía a socios industriales como EM&E y SAPA Placencia y también financieros, en el caso del fondo Amber Capital

Además, el pasado año el Estado volvió al capital de Telefónica con la compra de un 10% a través de la SEPI. La medida fue adoptada por el Consejo de Ministros como respuesta al aterrizaje por sorpresa de la saudí STC en el capital de la operadora. 

La presencia del capital público en compañías cotizadas se completa con las participaciones que mantiene el Estado en los gestores de las redes de transporte de electricidad y gas. Concretamente, en Redeia cuenta con un 20% mientras que en Enagás conserva un 5%.