Jaume Collboni baraja comprar Can Raventós a los Grífols

Jaume Collboni baraja comprar Can Raventós a los Grífols

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Barcelona estudia la compra de Can Raventós para enterrar el pelotazo de los Grífols en la zona alta

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No habrá pisos de lujo en Can Raventós. El Ayuntamiento de Barcelona estudia comprar y reconvertir los terrenos de los Grífols en Sarrià en una zona verde y que la Masía sea un equipamiento público.

Antes de comprar el espacio, el consistorio pedirá una tasación para saber cuánto debería pagar a los Grífols. A la adquisición se le deberá sumar una buena indemnización a la familia y a la inmobiliaria Corp, quienes planeaban conjuntamente el pelotazo urbanístico. En 2020, Colau, Collboni y Manuel Valls votaron a favor del proyecto y dos años después se concedió la licencia de obras.

La 'chapuza' le sale cara al Ayuntamiento

Pese al "sí" municipal, el plan fue tumbado por la justicia, pues lo ideado no se ajustaba a la normativa: no se respetaba el límite de 10 metros de ancho alrededor de la casa Raventós. Tampoco se protegía el inmueble y su jardín, ambos Patrimonio de la ciudad. Además, se superaba en cinco metros la profundidad máxima edificatoria y en tres metros la altura del edificio.

Tras el revés judicial, el Ayuntamiento descartó recurrir la sentencia del Supremo. Ahora, Collboni mueve ficha y ya plantea una gran zona verde entre la calle Bonaplata, Fontcoberta y el pasaje Senillosa, justamente lo que demandaban los vecinos. Eso sí, el plan comportaría una modificación puntual del Plan General Metropolitano (PGM) e implicaría una indemnización millonaria a los Grífols por la chapuza municipal.

Pugna entre vecinos y Ayuntamiento por el nuevo uso

El Ayuntamiento expresa a puerta cerrada que "necesita equipamientos públicos en Sarrià-Sant Gervasi", y desliza la posibilidad de convertir la Masía en oficinas del distrito. A los vecinos esta opción no les convence, y afirman que "después de haber luchado tanto por Can Raventós, sería una decepción".

Prefieren, en todo caso, que sea un espacio para jóvenes, ancianos y asociaciones y un refugio climático contra el calor y el frío abierto todos los días del año. "El barrio tiene muy dispersas sus entidades locales, lo que provoca que asociaciones como los castellers se reúnan en la calle. Es un buen momento para encontrarles un lugar", expresan a este medio desde Defensem Can Raventós.

Todo pendiente de un último recurso

Para que Barcelona pueda comprar y poner fin al histórico conflicto, el Supremo deberá tumbar el último recurso de la inmobiliaria Corp para sacar adelante los 59 pisos de lujo.

Este se presentó en julio, dos meses después de la sentencia que anulaba la promoción. Todo el mundo en Sarrià está a la espera de la decisión judicial. Y pese a las reiteradas preguntas de la prensa, el gabinete de comunicación del TSJC no explica en qué punto se encuentra el recurso.

Los Grífols, cuestionados en su barrio

Sea como fuere, esta promoción le ha valido a los Grífols unas cuantas enemistades en su barrio. Una decena de personalidades han salido públicamente a pedir que se detenga su promoción inmobiliaria. Entre ellos, la directora de cine y presidenta de la Acadèmia del Cinema Català, Isona Passola; el actor Joel Joan, la también actriz Maria Molins, el reportero y presentador de TV3 Xesco Reverter y la bióloga Cristina Junyent.

Otra de las voces destacadas contra los nuevos apartamentos ha sido la del médico, empresario, investigador científico y divulgador Eduard Estivill, el llamado médico del sueño, que exige salvaguardar el edifico histórico de Sarrià y su jardín. 

Units per Avançar, 'salpicado'

Quien también quedó retratado en el proyecto fue Units, partido heredero de la extinta Unió y hoy integrado en el PSC. La Oficina Antifrau de Catalunya falló a favor de las plataformas vecinales y sentenció que había tratos de favor por parte de responsables de la formación con los promotores.

Tras la sociedad gestora de los pisos de Can Raventós se encontraba Salvador Ferran Pérez-Portabella, quien a su vez era secretario de Units, mismo partido político que el por entonces concejal del distrito, Albert Batlle (y hoy hombre de la máxima confianza de Collboni en el consistorio), y la gerente de Sarrià-Sant Gervasi, Maite Català.