Menos inversores pero más potentes: la banca sube un 60% en bolsa pese a perder 600.000 accionistas
- Los institucionales elevan su peso en el sector financiero, por el que han hecho una apuesta cercana a los 70.000 millones desde el inicio de la subida de tipos
- Más información: La victoria de Trump lamina un 2,9% al Ibex y hace perder 9.700 millones a la banca
La desaparición de algo más de 600.000 accionistas de la gran banca española en poco más de dos años podría dar cuenta de una suerte de cataclismo bursátil en el sector financiero. Pero nada más lejos de la realidad. La merma en el número de tenedores de títulos ha coincidido con una inyección de casi 70.000 millones de euros a la capitalización de las entidades.
El inicio de la subida de los tipos de interés dio la señal a los inversores institucionales de que había llegado el momento de tomar posiciones en entidades que cotizaban muy por debajo del valor en libros. El calvario de seis años consecutivos de tipos negativos había pasado factura y la ocasión era de ésas que no aparecen con frecuencia.
Desde que el Banco Central Europeo (BCE) inició una intensa subida del precio oficial del dinero para contener la inflación más desbocada en cuatro décadas, el precio de las acciones de los bancos ha volado. Pero la estrategia de grandes gestoras, fondos de inversión y de pensiones ha sido diametralmente opuesta a la de un buen número de minoristas, que han aprovechado la recuperación para hacer algo de caja.
Cabe tener en cuenta que cuando se articuló el cambio en la política monetaria de la eurozona aun se percibían señales de la crisis ocasionada por la pandemia del coronavirus, tan fugaz como intensa.
La marcha de cientos de miles de pequeños ahorradores no ha supuesto una debacle bursátil para el sector; simplemente, ha sido la señal de un cambio de perfil en la estructura accionarial. Menos accionistas pero con mayor potencia de fuego.
No en vano, los primeros en aprovechar el escenario de precios muy inferiores al valor en libros han sido las propias entidades financieras. En cuanto el regulador levantó el veto al reparto de dividendos que estableció durante la pandemia, los programas de recompra de acciones se convirtieron en un elemento más del escenario.
Más del 10% recomprado
A excepción de Bankinter, todos los bancos cotizados han aprovechado para adquirir títulos propios a bajo precio y, posteriormente, amortizarlos para completar el dividendo en metálico que distribuyen entre sus socios.
A día de hoy, Santander y BBVA, los que han hecho operaciones de este tipo más voluminosas, ya han recomprado más del 10% de sus títulos. Un porcentaje al que se acercará Caixabank cuando complete la última recompra que inició, cuyo avance supera ya el 90%.
En ese periodo, los tres bancos de mayor tamaño han visto reducido el número de sus accionistas en más de un 10%. En términos relativos, Santander ha sido el menos impactado, con un recorte del 10,2% en el número de sus socios. En cambio, la merma para BBVA se ha ido al 13,2%. En medio, Caixabank cuenta ahora con un 12,8% menos de accionistas.
Este último ha combinado la salida de minoristas con un incremento de su capitalización bursátil próxima al 110%. Tales avances han llevado a la entidad a alcanzar sus máximos históricos en el parqué, por encima de los 42.500 millones de euros.
Dentro del sector, tan sólo Banco Sabadell ha tenido un rendimiento superior en este periodo. La entidad que preside Josep Oliu vale ahora un 193% más que poco antes de iniciarse la subida del precio oficial del dinero. Además, en su caso la reducción del número de accionistas ha sido inferior a la los anteriormente citados, con un descenso del 8,3%.
El Sabadell ha sido menos prolijo a la hora de recomprar acciones. De hecho, el primer programa aprobado por el consejo de administración se interrumpió como consecuencia del lanzamiento de la OPA hostil por parte de BBVA, con el objetivo de cumplir con el deber de pasividad y no interferir en la trayectoria bursátil.
El papel de los minoritarios
Precisamente, mucho se ha hablado sobre el papel que pueden representar los minoritarios en el nuevo intento de abordaje protagonizado por el banco que preside Carlos Torres. De la posición favorable a estas operaciones por parte de los institucionales son muy conscientes en el Sabadell.
A día de hoy, los minoristas tienen menos voz y poder en el sector financiero, con vistas en su posible influencia en este tipo de operaciones. Al menos, así lo atestiguan las cifras. Para comprobar los posibles efectos en la OPA aun habrá que esperar.