El hombre que sobrevivió a dos atentados yihadistas y un tsunami pone en venta las tres casas más caras de Pedralbes
- Las villas de Pearson Gardens, en venta por entre 14 y 21 millones de euros, son propiedad de Mark Weingard, un empresario londinense Self-Made Man y con una inverosímil historia de tragedias a sus espaldas
- Otras informaciones: Jordi Alba rompe el mercado y vende su casa-barco por 25 millones de euros
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El Robin Hood del lujo, Mark Weingard, apuesta por Barcelona. Tras una vida de sobresaltos, en la que ha sorteado dos atentados yihadistas y un tsunami, y en la que se ha convertido en empresario filántropo, este acaudalado inglés hace negocios ahora en el residencial de alto standing barcelonés.
Concretamente, en la avenida Pearson, la calle más lujosa de Barcelona, pegada a la montaña, con vistas panorámicas sobre el mar, grandes mansiones y jardines inmensos. Weingard compró hace una década una manzana entera para construir tres villas de lujo, que ahora vende por entre 21 y 14 millones de euros con su empresa Iniala.
Pugna con Colau y 'calma' en el mercado
Tras pleitear con el Ayuntamiento de Barcelona y Colau, que le demoraron la licencia de obras durante un lustro, Weingard pudo comenzar las obras una vez pasado el Covid. De momento, tiene terminada una de las mastodónticas casas; y las otras dos ultiman pequeños detalles.
Son los inmuebles residenciales más caros en el mercado barcelonés. "Estas ventas llevan tiempo y paciencia: no hay tantos potenciales compradores en la ciudad. Forma parte del business plan", explica una fuente del mercado. De hecho, la propiedad ha recibido ofertas, pero no se ajustaban a sus exigencias económicas. En total, las tres villas suman más de 7.000 metros cuadrados, con diseño de Jaime Beristain y el estudio de arquitectura A-Cero.
Weingard, una vida de película que culmina en Barcelona
El promotor del proyecto, Mark Weingard, lleva tras de sí una misteriosa historia de azares y desgracias. Este empresario inglés de origen judío nació en Manchester en el seno de una familia obrera, y su padre falleció cuando él tenía 10 años.
Sus relaciones con la comunidad judía lo llevaron al Chemical Bank de Londres con solo 19 años. Hizo contactos en la Square Mile, se pasó al trading financiero, creó y vendió la empresa Reset, lo que lo convirtió en multimillonario. Con el capital adquirido, detectó una oportunidad de negocio en el residencial de lujo y los grandes hoteles. Comenzó en Tailandia y después se fue a vivir a Malta, donde pasó a gestionar el hotel más lujoso del país.
Azares y tragedias
La vida le tenía preparados varios sobresaltos. La mañana del 11 de septiembre de 2001 tenía una reunión de trabajo en las Torres de Gemelas de Manhattan, pero se durmió y llegó tarde.
En 2002, estaba en Bali cuando una organización terrorista mató a más de 200 personas --entre ellas, su pareja de entonces--. Dos años más tarde, su residencia privada en la playa de Phuket (Tailandia) quedó totalmente arrasada por el tsunami que provocó la muerte de 250.000 personas. Él se salvó escalando hacia el tejado.
Llegada a Barcelona
Estas experiencias cambiaron su vida y dedicó parte de sus ingresos hoteleros a la filantropía desde su residencia en Malta. El Robin Hood del lujo llegó en 2010 a Barcelona y compró una casa en la calle Joan d'Alòs, en la residencia en la que María Rosa Recolons Morer y Juan Roig Hospitalet habían sido asesinados por su mayordomo en 1974. La derribó y construyó una lujosa mansión.
Tras dos años en Barcelona, se divorció de su mujer catalana y se instaló definitivamente en Malta, donde aún hoy reside. Pero en 2015 volvió a invertir en Barcelona con la compra de los terrenos de Pearson, hasta entonces propiedad de Victor Sagi, empresario publicitario y exjugador del Barça.
Quiso cambiarle la cara por completo al residencial de lujo, pero Colau tardó más de cinco años en concederle la licencia de obras. La construcción de las tres mansiones empezó en junio de 2020, y ahora esta larga historia llega a su fin. Tras eludir tres veces la muerte, Weingard invierte en la calle más pija de Barcelona.