La Cámara de Comercio de Barcelona alerta de las consecuencias del 'impuestazo' a las energéticas: "Afecta a las inversiones"

El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Josep Santacreu, ha alertado este miércoles de los perjuicios para la inversión empresarial que puede generar el impuestazo a las grandes energéticas que plantea el Gobierno. Una medida que, en cualquier caso, no saldrá adelante, pues Junts votará en contra de ella a fin de retener la inversión millonaria de Repsol en Tarragona.

El impuesto, que se aprobó en su momento como temporal, se aplica desde finales del 2022 a las compañías del sector petrolero para compensar el impacto provocado por la gran subida de precios a raíz de la guerra en Ucrania. Sin embargo, el Ejecutivo de PSOE y Sumar pretende convertirlo en permanente, pero se ha topado con la oposición del sector y de distintos agentes políticos y económicos.

"Incoherencia"

Entre ellos, la Cámara de Tarragona y Foment del Treball, que lo considera "confiscatorio" y un "ataque en el corazón de la economía del país", así como la Cámara de Comercio de Barcelona, cuyo presidente ha pedido que se evite "plantear modelos de impuestos que acaben afectando a la capacidad de inversión que tienen algunos sectores".

Lo ha dicho este miércoles en una rueda de prensa junto al jefe del Gabinete de Estudios Económicos de la corporación, Joan Ramon Rovira, para revisar las expectativas de la economía catalana, y en la que ha añadido que, conceptualmente, poner impuestos extraordinarios a sectores concretos durante un tiempo largo "es una incoherencia en una economía avanzada".

Repsol: 1.100 millones en juego

A continuación, ha señalado que este impuesto puede afectar a la inversión del sector energético "en un momento de transición energética acelerada", algo que ha calificado de preocupante, y ha alertado de que puede tener más consecuencias negativas que positivas. El caso de Repsol es el más evidente: la compañía ha amenazado con paralizar la inversión de 1.100 millones de euros prevista en Tarragona si se aprueba el impuestazo.

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Rovira, por su parte, ha apuntado que los impuestos deben ser "lo menos ineficientes posible" y que es difícil justificar impuestos a sectores concretos o que pasan de temporales a permanentes sin una causa, en sus palabras, muy justificada.

Santacreu, en esta línea, también ha mostrado su voluntad "de acompañar" al Govern de Salvador Illa en la reforma de la Administración: "Hay que reducir las barreras que frenan la inversión". 

Revisión al alza de la economía

Al margen de este asunto de actualidad, el encuentro de este miércoles estaba pensado para analizar la marcha de la economía catalana cuando se acerca el final del 2024. Y, siguiendo la misma línea de otras organizaciones y actores del ecosistema económico y empresarial, la Cámara de Comercio de Barcelona ha incrementado al alza sus previsiones de crecimiento, del 2,5% inicial al 3%. 

Desde la organización liderada por Josep Santacreu sitúan “la fuerza” del turismo, el buen comportamiento de las exportaciones y el consumo público como argumentos para adoptar esta posición. Ahora bien, la Cámara supedita el desarrollo de las previsiones a riesgos por el aumento del precio del petróleo y futuros problemas en las cadenas de suministro por la situación geopolítica en Oriente Medio.

Mayor protagonismo para el consumo privado 

Para el 2025, Rovira prevé un crecimiento del 2,4%, "más moderado, pero por encima de la media europea", con un mayor protagonismo del consumo de los hogares y la inversión. Este último componente, bajo el criterio del economista, viene aupado por una moderación de los costes de financiación y la vigencia del efecto de los Next Generation. 

El dinamismo de la ocupación, con avances del 2,5% (2024) y el 2,3% (2025), garantiza la recuperación del poder adquisitivo. De aquí que el centro de estudios de la organización empresarial se muestre optimista con el consumo privado.

Europa Press

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En clave negativa, Rovira cree que Cataluña todavía tiene muchos deberes en innovación y productividad. "Celebramos el crecimiento del 3%, pero necesitamos un impulso del PIB por persona porque ahora mismo invertimos por persona ocupada menos que la media de la zona euro", ha advertido el analista de la Cámara de Comercio de Barcelona.