Santacreu entierra el traslado de la Cámara de Comercio de Barcelona al 22@
El ayuntamiento rompe de "mutuo acuerdo" con la institución empresarial el acuerdo de cesión del suelo, que ahora se destinará a la construcción de vivienda pública
15 julio, 2024 14:29Noticias relacionadas
Punto y final. El Ayuntamiento de Barcelona ha formalizado, "de mutuo acuerdo", la extinción del convenio con la Cámara de Comercio por el cual la organización empresarial se comprometía a levantar un nuevo edificio corporativo en el 22@, donde la entidad cuenta con un derecho de superficie con opción a compra. La operación se planteó en 2006, cuando el desaparecido Miquel Valls estaba al frente de la organización de dinamización empresarial local.
El capítulo económico se cerró mediante el acuerdo con el consistorio que ahora se ha roto. El equipo de gobierno que entonces lideraba Joan Clos necesitaba más metros cuadrados de oficinas y mejorar la atención ciudadana de lo que entonces era una parte de la ciudad en plena transformación, y acordó instalarse en la mitad de edificio que se pensaba elevar.
Además, se encargó un proyecto arquitectónico que corrió a cargo de TAC Arquitectes, el estudio de Eduard Gascón, Jordi Roig y Xavier Ferrés y donde aún se puede consultar el diseño del edificio corporativo que, finalmente, se quedará en los rénderes.
Proyecto ratificado por Colau
En abril del año 2019, Valls y la entonces cuarta teniente de alcalde, Janet Sanz, intercambiaron la documentación que dejaba atada la operación. El ayuntamiento otorgó el derecho de superficie por un plazo de 75 años con opción a compra a la cámara, hecho que disipaba las dudas sobre el suelo y que le permitía iniciar las obras. Pero la llegada de los independentistas de la ANC en el gobierno cameral truncó este pacto.
Eines de País, entonces liderada por Joan Canadell, aseguró que el nuevo equipo de gobierno rompería las relaciones de la organización con la banca tradicional por una cuestión política. La ANC estaba en plena campaña de boicot a las empresas que no eran netamente independentistas -una iniciativa que ha implicado a los secesionistas varios correctivos en los tribunales- y las entidades financieras fueron las que lideraron la llamada fuga de empresas de Cataluña en los momentos de mayor incertidumbre del procés.
La intención del equipo de gobierno nacido en la ANC era que la Cámara de Comercio de Barcelona se convirtiera en la primera entidad en enarbolar la bandera del consumo estratégico, tal y como bautizaron su iniciativa.
Anuncio de los independentistas
Al final, perdieron los acuerdos de financiación que el equipo de Valls había definido para la operación sin conseguir cerrar otros análogos con otro grupo financiero más proclive a sus postulados políticos. De hecho, ni siquiera cumplieron su promesa en relación con los bancos con los que la Cámara trabajaba de forma habitual.
El traslado al 22@ quedó en un cajón hasta el verano de 2022. La entonces presidenta cameral, Mònica Roca, anunció que activaba los trámites para mudarse de sede. Eines de País licitó un nuevo estudio de la operación, que tampoco llegó a buen puerto por la salud económica en la que sumieron la institución empresarial catalana.
Más vivienda pública
Los portavoces oficiales de la Cámara de Barcelona señalan que, entre 2021 y 2022, se negoció con el ayuntamiento para impulsar un acuerdo, sin éxito, adaptado "a la nueva realidad derivada de la pandemia". Dos años después, las dos instituciones reconocen que el traslado desde el edificio histórico del edificio situado en avenida Diagonal hasta el 22@ "ha perdido el sentido y la motivación inicial".
De esta forma, se ha extinguido el pacto que afectaba al solar situado en la confluencia de las calles Pujades, Selva de Mar y Diagonal. Desde la Cámara se insiste en que la extinción del acuerdo permite al Ayuntamiento, ahora liderado por Jaume Collboni, recuperar una propiedad para la construcción de vivienda pública.
Un agujero de 2,5 millones de euros
En los últimos meses, se ha dado a conocer que la gestión de Mónica Roca al frente de la Cámara de Comercio ha creado un agujero de 2,56 millones de euros. Para las cuentas del 2023, Eines de País había dibujado una previsión de ingresos y gastos de 24 millones. La desviación final ascendió a 1,2 millones de euros. La herencia de Roca ha creado cierto malestar entre los socios, sobre todo por el hecho que al finalizar el mandato de Miquel Valls había seis millones de euros en la caja.
Para minimizar los números rojos, Josep Santacreu y su equipo de gobierno han aprobado partidas extraordinarias para finalizar actuaciones pendientes en la actual sede de la Cámara en la Diagonal. El coworking planteado por los independentistas estaba en desuso, por lo que se invirtió en readaptarlo para abrir las oficinas a terceros con otras necesidades.
Renovación del sótano
Por ahora, Leitat trasladó 50 trabajadores de su hub tecnológico a la Diagonal y la operadora Parlem ha convertido el antiguo espacio que ocupaba Caixabank en su oficina central con tienda propia. No se descarta que se incorporen más externos, otra de las vías de ingresos con los que cuenta la institución.
El edificio histórico ha recibido su enésimo lavado de cara. Se han recuperado los espacios institucionales y se ha adecuado el resto del espacio disponible a las necesidades actuales del equipo cameral que trabaja allí. El próximo paso que se dará es la adecuación de las plantas subterráneas, las últimas mejoras para adaptar el histórico edificio cameral a los nuevos tiempos.