El mercado ya no da un euro por Holaluz

Este lunes, la compañía cerró la sesión en el BME Growth, el mercado de empresas en expansión donde cotiza, en 96 céntimos por título, tras otra jornada notablemente volátil que concluyó además en sus mínimos intradía, con descensos superiores al 7%.

La última información oficial que Holaluz comunicó al mercado estaba relacionada con el periodo de dispensa que había conseguido obtener de la banca acreedora, hasta mediados del próximo diciembre, para atender sus obligaciones de pago mientras termina de resolver una refinanciación con la que lleva meses batallando sin apenas resultados.

Pese a que se trata de una circunstancia positiva, los inversores no tardaron en demostrar que la confianza en Holaluz no está en sus cotas más elevadas. La compañía no fue capaz de detener la sangría en el precio de sus acciones que padece desde hace algo más de 12 meses, cuando las tensiones de tesorería comenzaban a ponerle contra las cuerdas.

Imagen de la sede de Holaluz en Barcelona Cedida

Tras concluir este lunes el tercer trimestre, Holaluz acumula un descenso de algo más del 70% desde que se inició el año; su capitalización se sitúa en poco más de 21 millones de euros, cifra próxima al apoyo financiero que precisa para sanear su situación financiera. 

La caída de la cotización por debajo del euro añade una incertidumbre más a la situación de la compañía, dado que las cotizadas que se encuentran en este escenario suelen estar sometidas a una mayor volatilidad debido a la operativa de los fondos especuladores.

Pasto de especulación

Estos vehículos encuentran en empresas con acciones por debajo del euro un caldo de cultivo ideal para su operativa intradía, dado que una pequeña variación de precio resulta mucho más sencillo de obtener. De esta forma, el valor se ve sometido a una mayor volatilidad. 

Algo que ya venía padeciendo Holaluz desde agosto, cuando sus acciones llegaron a establecer un mínimo intradía de 1,03. La remontada posterior culminó con el citado acuerdo para prorrogar sus obligaciones del servicio de la deuda. A partir de entonces, la cuesta abajo parece no tener fin.

Espera infructuosa

A mediados de año, la cúpula de Holaluz, liderada por su presidenta y cofundadora, Carlota Pi, lanzó un mensaje de tranquilidad a los inversores al presentar dos planes diferentes a estudiar para abordar su refinanciación, a través de préstamos, líneas de crédito, sin descartar incluso la entrada de nuevos accionistas. 

Sin embargo, las negociaciones se han enquistado y el consumo de capital no se frena, aunque Holaluz ha logrado al menos estabilizar partidas como la de los ingresos recurrentes, gracias a que el mercado mayorista ya no muestra un comportamiento tan volátil.