El intento por parte de BBVA de hacerse con el control de Banco Sabadell se mantiene como una batalla de dos entidades sin dueño… aunque un poco menos, especialmente en el caso del segundo. La oportunidad que supone la operación para determinados inversores oportunistas y la mayor exigencia por parte del supervisor a la hora de comunicar las posiciones en un emisor opado han configurado una estructura de capital inédita en el banco que preside Josep Oliu, en la que grandes inversores institucionales suman cerca del 25%.
Una cifra que incluye actores ya presentes antes de la ofensiva de BBVA, como es el caso del omnipresente Blackrock y del empresario mexicano David Martínez. Pero que ha añadido unos cuantos entre los que se cuentan nombres como los de Goldman Sachs, el fondo soberano de Noruega, Vanguard, Qube Research & Technologies… y Morgan Stanley.
El gigante financiero estadounidense ha sido el último en aflorar una posición en Banco Sabadell, concretamente del 1,5%, que se compone de la tenencia de títulos, el grueso de la participación; e instrumentos derivados, en los que probablemente esté actuando para terceros.
Buena parte de estos inversores ya contaban con posiciones en Banco Sabadell, aunque por debajo del 3% que supone el mínimo exigible por la normativa para declararlas. Al encontrarse el Sabadell inmerso en una OPA en curso, el umbral se reduce al 1%.
No obstante, otros han aprovechado la situación para incrementar su peso. Los casos más significativos han sido los de Norges Bank y, especialmente Blackrock, que ha estado cerca de duplicar su participación en el banco con sede en Alicante, que actualmente es del 6,6%.
En ambos se da la circunstancia de que cuentan con participaciones en las dos entidades involucradas en la operación, con lo que aumentar su presencia en el capital del Sabadell les aseguraría un mayor protagonismo en la entidad resultante de una eventual fusión con BBVA, si ésta se llegara a producir.
La clave de los minoritarios
Aunque la suma de estos grandes inversores es significativa, también deja a las claras que Banco Sabadell cuenta con un considerable porcentaje de su capital en manos de accionistas minoritarios, a los que se sigue considerando clave para el desenlace de la OPA.
El consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, señaló en una entrevista concedida a Crónica Global junto a otros medios que los inversores institucionales son generalmente favorables a este tipo de procesos, con lo que lo más probable es que terminen por aceptar la oferta de BBVA.
Otra situación es la que atañe a los pequeños ahorradores. Muchos de ellos están vinculados al territorio donde se fundó el banco y también donde opera de forma mayoritaria, producto de su progresiva expansión.
Este colectivo se ha mostrado más reacio al movimiento de BBVA, que además ha derivado en un proceso hostil, dado que su propuesta de operación amistosa fue rechazada por el consejo de administración de Banco Sabadell.
El hecho de que el banco que preside Carlos Torres haya condicionado el éxito de la OPA a lograr hacerse con un mínimo del 50,01% del capital facilita la maniobra. Sin embargo, no constituiría un escenario ideal para el comprador el alcanzar una proporción no demasiado superior a la indicada.
El mercado contempla como una posibilidad remota que la OPA se frustre por no contar con el apoyo mínimo. Pero no tanto que la opinión contraria de los minoritarios y su oposición masiva a aceptar la oferta dificulte en demasía la maniobra.
Momentos clave
La intensa actividad compradora por parte de los grandes inversores coincide con la sucesión de declaraciones de los principales ejecutivos de los bancos en los últimos días, que ha dado pistas al mercado de que la operación se aproxima a uno de sus momentos clave.
Durante la tarde del miércoles se ha conocido la intervención del consejero delegado de BBVA, Onur Genç, en una conferencia sectorial organizada por Bank of America. En ella, el ejecutivo se ha mostrado satisfecho del grado de avance del abordaje a su competidor y convencido de que el dictamen de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no será un obstáculo para que BBVA lleve a cabo sus planes.
Genç ha insistido en la disposición del banco a trabajar con el Gobierno para que éste cambie su opinión respecto a la fusión, que ha sido de oposición desde el primer momento.
En este sentido, BBVA ha trasladado en los últimos días a los inversores que un Ejecutivo nunca ha tumbado una operación de este tipo en el sector financiero lo que, bajo su criterio, reduce mucho las posibilidades de que lo haga en este caso.
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