Junta de accionistas de Grifols el 14 de junio en Sant Cugat del Vallès, Barcelona

Junta de accionistas de Grifols el 14 de junio en Sant Cugat del Vallès, Barcelona Cedida

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Los fondos que presionan a Grífols ya lo hicieron en Glovo

Célebres por su exacerbado activismo, los tres 'hedge fund' que se han unido para entrar en el consejo de la farmacéutica exigirán un precio elevado en la oferta tras poner contra las cuerdas a Delivery Hero, matriz de la compañía de reparto a domicilio

21 septiembre, 2024 00:00

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La maniobra de los tres fondos accionistas de Grífols para tratar de incorporarse al consejo de administración de la compañía puede suponer un antes y un después en el proceso abierto por su futuro a comienzos de julio, cuando la familia fundadora inició las negociaciones con Brookfield con vistas a lanzar una OPA para repartirse el control. El perfil y la trayectoria de estas entidades, que destacan por un más que intenso activismo en las cotizadas donde aterrizan, hacen que el actual escenario en el que se encuentra el productor de hemoderivados se eleve a una nueva dimensión. 

En las últimas horas trascendió la inesperada intención de Flat Footed, Mason Capital Management y Sachem Head Capital Management, tres de los numerosos hedge fund que figuran en el capital de Grífols, de formar parte del consejo de la empresa, comunicada a través de una carta formal dirigida al órgano de gobierno.

Detrás de su manifiesta intención genérica de "maximizar el valor" y "mejorar el gobierno corporativo" de la farmacéutica se encuentra una estrategia dirigida a presionar al máximo a los actores que negocian la eventual oferta sobre el 100% de la compañía para lograr un precio que haga rentable su apuesta por Grífols. 

Un punto importante de esa estrategia será lograr que el precio fijado sea el mismo para las dos clases de títulos que cotizan en la bolsa española y en Wall Street, ante los insistentes rumores de mercado que apuntan a que la contraprestación podría ser diferente, dada la diferencia en cuanto a derechos políticos de las acciones A y B. 

Fachada de la Bolsa de Nueva York / EP

Fachada de la Bolsa de Nueva York / EP

Cabe tener en cuenta que tanto los propios fondos como numerosos inversores de su perfil cuentan con presencia en el capital de Grífols en la Bolsa de Nueva York, donde cotizan los títulos clase B, que cuentan con menos derechos políticos. 

De ahí que Grífols reaccionara este jueves a la maniobra de los fondos con una fuerte subida en Wall Street, próxima al 4%, mientras que en la bolsa española cerró la semana con descensos algo superiores al medio punto porcentual, sin alejarse del entorno de 10 euros en el que ha cotizado durante los últimos días.

Gestores con olfato

Las tres entidades responden al perfil de fondo de cobertura estadounidense especializado en llevar a cabo operaciones notablemente rentables en un periodo de tiempo no demasiado largo. Se caracterizan por contar con gestores con un particular olfato para detectar oportunidades, muchas de las cuales se encuentran en cotizadas que han sufrido una fuerte depreciación en el parqué en un corto espacio de tiempo como ha sido el caso de Grífols.

El terremoto sufrido por la farmacéutica desde la publicación del informe de Gotham City, a comienzos de año, ha dejado su cotizada tremendamente diezmada. Transcurridos más de nueve meses desde el inicio de la debacle, los títulos del productor de hemoderivados aún acumulan una depreciación del entorno del 30%, pese a los numerosos cambios introducidos en su gobernanza y a haber reducido el asfixiante apalancamiento que lastraba desde hace tiempo a la empresa. 

La cotización de Grifols durante una sesión de los últimos días / EP

La cotización de Grifols durante una sesión de los últimos días / EP

El castigo bursátil se asemeja al que padece desde hace meses el grupo alemán Delivery Hero, propietario de varias compañías dedicadas al reparto de comida a domicilio, entre ellas Glovo. Los informes que apuntaron a las cada vez más crecientes dificultades para hacer el negocio rentable llevaron a la empresa a dejarse cerca de un 35% en bolsa.

Fue cuando emergió la figura de Sachem Head Capital, que elevó su participación en el grupo hasta hacerse con un puesto en el consejo, desde el que no dudó en promover el cese del consejero delegado, Niklas Ostberg, a la sazón fundador del conglomerado e impulsor de su crecimiento a base de adquisiciones como las de la Glovo de Oscar Pierre y Sacha Michaud.

Pleitos contra Estados 

El movimiento del fondo, que no tardó en encontrar aliados, puso contra las cuerdas al ejecutivo, obligado a pedir disculpas a los accionistas y a introducir cambios en el gobierno corporativo. 

Meses antes trascendió la sentencia que estimaba parcialmente la reclamación que Mason Capital había presentado en un tribunal de arbitraje contra el Estado de Corea del Sur, que a mediados de 2015 había auspiciado la fusión de dos filiales del gigante tecnológico Samsung.

En una de ellas estaba presente como accionista Mason Capital, que se opuso con firmeza a la operación al entender que no eran beneficios para los socios de la compañía. Su pelea en los tribunales llegó hasta sus últimas fases y, aunque no obtuvo la cienmillonaria cantidad que reclamaba, sí recuperó parte de lo que los socios debieron ganar en el momento de la transacción. 

Hasta la fecha, los registros oficiales sólo daban cuenta de la presencia de Flat Footed como accionista de Grífols, dado que era el único de los tres que alcanza una participación del 3%. De hecho, hasta hace escasas semanas ninguno de los otros dos había declarado posiciones en Grífols en sus respectivos informes remitidos a la Comisión de Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés).

Rumores, rumores

Liderado por el gestor Marc Andersen, Flat Footed ha sido el encargado de liderar el movimiento. Con posiciones abiertas desde hace tiempo en Grífols, que es uno de los valores con mayor peso en su cartera, pisó el acelerador durante el verano, hasta aflorar la participación significativa, al calor de la posible OPA. 

Tras unas semanas repletas de rumores, informaciones y rumores contradictorios, Andersen decidió pasar a la acción e instó a aglutinar participaciones de fondos de perfil similar al suyo para poder llegar al consejo de Grífols y empezar a ser algo más que un paciente accionista a la espera de unos acontecimientos que no terminan de llegar.