Último traspié en el 'contrato maldito' del NitBus de Barcelona

Lo han detallado fuentes del sector, lamentando los avatares que ha sufrido un macrocontrato cuya renovación se inició en 2015 por parte del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Nueve años después ya está finalmente a punto, y debería empezar el próximo mes. 

Pero ahora, un inesperado retraso en el cambio de hub central demorará la puesta a punto unas semanas. O, quizá, unos meses. 

AMB: "Requiere un cierto tiempo"

¿Qué dice el AMB? A preguntas de este medio, un portavoz ha admitido que el cambio de cocheras para el NitBus "requerirá un cierto tiempo". Es así porque el anterior adjudicatario "prestó su servicio hasta el 31 de julio, y utilizaba las cocheras de Can Ruti en su totalidad". 

Ahora, el nuevo concesionario "ha ocupado una parte", pero falta otra. La operación se acometerá "próximamente". Tras ello, el operador "seguirá haciendo uso de las citadas cocheras de forma permanente, tal y como prevé el contrato". 

"Incertidumbre"

Otras fuentes del sector del transporte son menos optimistas y trasladan cierta "incertidumbre" en el NitBus porque Direxis debe proveer las cocheras con las que operará. 

Un bus del NitBus, el bus nocturno entre Barcelona, Sant Adrià, Badalona y Santa Coloma Cedida

"El contrato debía empezar tres meses después de la firma; esto es, en septiembre. No está claro que lo haga, y nos vamos a octubre o noviembre, lo que implicará una prórroga. El AMB debería estar atenta", prescriben esta voces. 

Historia interminable

Esta pequeña zozobra para el NitBus se suma a una azarosa historia. El Área estaba llamada a renovar la externalización en 2015, pero desistió del contrato después de que el Tribunal Catalán de Contratos excluyera al entonces operador, la empresa de economía social Tusgsal. 

Años después, la Administración supramunicipal lanzó de nuevo el tender público, aunque el proceso fue tan bronco que tuvo que publicarlo en cuatro ocasiones. Finalmente, en última instancia, lo ganó Direxis, matriz de Tusgsal. 

Competencia pone el ojo

En el ínterin, la Autoridad Catalana de la Competencia (Acco) puso su ojo en la licitación. Registró las oficinas de Tusgsal buscando posibles pruebas de una oferta concertada, aunque jamás se supo nada. Y ahora, con el nuevo Govern de Salvador Illa (PSC), la estructura de la Acco --presidida por el afín a Junts Roger Loppacher-- cambiará. 

Tusgsal defendió siempre la pulcritud de la victoria de Direxis y criticó a la Acco, a la que acusó de querer abrir el mercado de par en par a las grandes empresas y fondos de inversión frente a las empresas arraigadas en el territorio. 

Alsa, Monbus y Avanza

Lo cierto es que parte de razón asiste a Tusgsal. En los últimos años, los grandes grupos transnacionales han intentado irrumpir en las licitaciones de transporte en Barcelona y entorno, un jugoso pastel de miles de millones de euros. 

Alsa, filial de la cotizada británica Mobico, ha tratado de hacerse con contratas, aunque se ha limitado a ganar el nuevo shuttle marítimo del Puerto de Barcelona, y a un precio de derribo. La gallega Monbus ya opera parte el bus de L'Hospitalet y el Aerobús, y la mexicana Avanza, las conexiones del sur del Baix Llobregat, entre críticas a su servicio low cost. 

En el caso del NitBus, los grandes del sector también quisieron el contrato de 1.000 millones, pero la cabecera de Tusgsal lo barrió.